Ciruelos, membrillos, nogales, avellanos… Son sólo algunos de los árboles frutales que pueblan las calles de la ciudad y que precisamente han dado fruto en esta época convirtiéndose en apetitosas tentaciones, tanto que en las últimas semanas era fácil observar a cosechadores —algunos improvisados, otros claramente preparados para ello— encaramándose a los árboles o usando palos y hasta escaleras de mano para llenar cubos y bolsas.
Tarde por tanto y probablemente en respuesta a algunas de las denuncias ciudadanas que se han producido, el Ayuntamiento emitió este lunes, 29 de septiembre, una nota advirtiendo que la Ordenanza prohíbe totalmente “manipular los árboles del viario o de los jardines públicos para obtener los frutos”.
El texto subraya además la parte coercitiva: las multas previstas por hacerlo van desde 30 a 3.000 euros por daños patrimoniales para aquellos que aún encuentren un árbol con frutos en sus ramas y se decidan a recogerlos directamente. El texto oficial no explica, no obstante, si en los últimos días se han extendido multas por este motivo.
“Hay que tener presente que el golpeo con palos, pértigas o cualquier utensilio para que caigan los frutos produce, en muchos casos, daños en los árboles, provocando la rotura de ramas o descortezados que les perjudican”, señalan desde el Consistorio apuntando además que “no hay inconveniente en que se recojan los frutos caídos, pero nunca se pueden forzar los frutos para que se desprendan de las ramas, como tampoco está permitido subir al árbol para recolectarlos”, concluye el texto.
30 septiembre, 2014
¡¡¡Avisar, advertir!!! ¿de qué? Ya está bien, a algunos todos los días del año. Las cacas del perro, las plantas ornamentales, tener ropa, lavar el coche en la calle, no aparcar en aceras, no beber y mear en la calle, no chillar… Para empezar y aunque suene mal: “ignorantia juris non excusat”. La ignorancia de la Ley no exime de cumplirla. Dejando esto de lado lo que tendría que hacer la “autoridad competente” con las normas de convivencia ciudadanas establecidas es, como mucho, advertir ‘in situ’ de que lo que está haciendo no está permitido, aunque lo único que se entiende es la sanción directamente si se está haciendo un daño intencionado. En el caso que plantean ustedes, hay mucho energúmeno que no le vale con coger o agitar una rama, la tronchan directamente.