En el marco de una operación de control del cierre perimetral de Castilla y León, la Guardia Civil daba el alto a un vehículo el pasado 30 de noviembre en la A-1, a la altura de Santo Tomé del Puerto (Segovia). Era un Audi 3 cuyo conductor daba señales de nerviosismo lo que suscitó las sospechas de los agentes, que procedieron a identificarlo y a inspeccionar el coche con un perro detector de drogas. Así se encontraron 2.2 kilos de cocaína en dos paquetes ocultos en un doble fondo del asiento trasero. El sospechoso fue detenido y puesto a disposición judicial.
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