Cinco jóvenes universitarias madrileñas con edades en torno a los 23 años tuvieron que ser atendidas durante la madrugada del 4 de enero por intoxicación grave, tras haber ingerido un pastel de hachís elaborado por ellas mismas la tarde anterior en la casa que habían alquilado durante unos días en la localidad segoviana de La Losa. Una de las mujeres tuvo que ser ingresada en el complejo hospitalario de Segovia.
Las jóvenes, que celebraban un nuevo paso en su recorrido post universitario para iniciar la preparación de su doctorado, fueron las que avisaron al servicio de emergencias cuando comenzaron a sentirse mal, poco después de ingerir un pastel que, según comentaron a los sanitarios y guardias civiles desplazados hasta la vivienda, se había elaborado por el sistema “3,2,1” una receta que, al parecer, recomienda disolver en aceite el hachís, aunque en este caso no se ha determinado la cantidad de droga que utilizaron para el pastel.
Y es que, aunque la fiesta había comenzado tal como esperaban del postre que habían preparado, envuelto en risas, pronto cambió la situación. El panorama que se encontraron los servicios de urgencias, según relataron algunos testigos, fue dramático, con algunas de las mujeres en el suelo, aquejadas de hipertensión y taquicardias y una de ellas particularmente agresiva por los efectos psicológicos de la droga, un estado que la llevó directamente al hospital a bordo de una ambulancia del 112.
Los brotes de psicosis, la agresividad y las taquicardias, entre otras consecuencias, aparecen reflejadas en multitud de páginas web y blogs especializados en el consumo “cocinado” de los derivados del cannabis.
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