Posted By Redacción on 7, Nov, 2019

“Presión, presión y presión. Es el momento”. Lo decía el secretario de Acción Sindical de CC.OO, Marcos Tarilonte con el fondo de los cánticos y lemas de los empleados públicos de la Junta que este 6 de noviembre se manifestaron por las calles de Segovia en el que fue el acto central de la jornada de huelga convocada conjuntamente por UGT, CC.OO. y CSIF para reclamar la jornada de 35 horas semanales, una exigencia sobre la que los representantes sindicales sostienen que “no hay nada que negociar al estar ya acordada con la propia Junta ”, como apuntó el presidente de CSIF en la provincia, José María Guerro. “Estamos en huelga por la ineptitud de la Junta donde hay dos Gobiernos paralelos”, apuntaló el secretario de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Miguel Ángel Mateo que lamentó que “el que manda es Ciudadanos, el señor Igea”.

Unas 70 personas se concentraban por la mañana ante la delegación territorial de la Junta y algo más de dos centenares participaban en la manifestación celebrada por la tarde por el recorrido habitual entre la avenida del Acueducto y la propia delegación para apuntalar la huelga de 24 horas en la que las cifras de seguimiento que ofrecieron las partes son diametralmente opuestas: mientras los sindicatos aseguraron que entre el 60 y el 70 por ciento de los trabajadores afectados secundaron la huelga en todos los servicios de la Junta (Administración general, Sanidad y Educación), la cifra oficial emitida por la propia delegación de Segovia reduce el dato a un 4,1 por ciento. El colectivo de empleados públicos en la administración regional supera las 85.000 personas en todo el territorio y por encima de 5.000 en Segovia.

Una de las consecuencias más destacadas del paro se produjo en el Hospital, donde la huelga forzó el cierre de cuatro quirófanos con la consecuente suspensión de intervenciones programadas y en algunas consultas también se dejó de prestar servicio, algo por lo que los sindicalistas pidieron perdón públicamente, aunque sostuvieron que los ciudadanos “comprenden la reivindicación ya que conocen que el salario de los empleados públicos bajó cinco puntos en 2011 y la implantación de las 35 horas se produjo precisamente como compensación por esa pérdida de poder adquisitivo”.

La jornada de 35 horas estuvo en vigor hasta 2012, cuando fue suprimida en plenos recortes justificados por la crisis económica. Pero mientras que otras administraciones como la Diputación y el Ayuntamiento de la capital ya la recuperaron hace más de un año. “Y todo funciona con normalidad”. Los sindicatos llegaron a un acuerdo con la administración regional en mayo pasado, a las mismas puertas de las elecciones autonómicas, para su aplicación desde junio, un documento  “que [el actual presidente de la Junta] Fernández Mañueco asumió”, aunque el Gobierno de coalición PP-Cs formado tras las votaciones lo mantiene sin aplicación.

Los sindicatos advierten que si la situación no se desbloquea satisfactoriamente para sus reclamaciones continuarán celebrando concentraciones y medidas de presión, de momento concretadas en las convocatorias de “los lunes al sol”, como lo denominan los sindicalistas, previstas para el próximo lunes, ante la Residencia Asistida; el Servicio de Fomento, en plena calle Real, una semana después y de nuevo las puertas de la Delegación Territorial, el día 25 de noviembre.

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