Europa es como ser feliz, que no se sabe lo que es hasta que se deja de serlo. Un sencillo acto, con un parlamento de Clara Luquero seguida de la interpretación del Himno de Europa con arreglos para metales, sirvió para conmemorar en Segovia el Día de Europa, recordatorio de aquel 9 de mayo de 1950 Robert Schuman, ministro francés de Asuntos Exteriores, que propuso a sus homólogos de Benelux, Alemania e Italia la creación de un espacio económico común. Pistoletazo de salida de la UE que se configuraría en 1957 en el Tratado de Roma.
Estaba previsto darle vistosidad al acto con parlamentos e himno en el quiosco de la plaza, pero el tiempo, un desapacible y europeo día gris, aconsejó reducirlo al interior. Luquero remarcó el avance que supone la UE, como integración ya no solo de mercancías, sino también de valores.
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