Cáritas Diocesana de Segovia atendió el año pasado a través de los programas de acción y acompañamiento a 3.328 participantes, un 27 por ciento más que en el año anterior, lo que elevó hasta los 7.001 los beneficiarios registrados a lo largo del pasado año. Estos son los datos más significativos de la memoria de actividades de Cáritas Segovia, presentada este 2 de junio en la sede de la organización por el director Ángel Anaya y la coordinadora general Belén Palomar, como pórtico de entrada a las actividades de la Semana de la Caridad que tendrá lugar del 5 al 11 de junio con motivo de la celebración de la solemnidad de Corpus Christi.
La labor de Cáritas Segovia el pasado año se ha visto marcada por las consecuencias de la crisis económica derivada de la pandemia, que ha contribuido a cronificar las situaciones de precariedad que golpean a muchos de los hogares segovianos. “Después de la pandemia, situaciones como la guerra de Ucrania, la crisis migratoria y millones de refugiados; también, la inflación, la crisis energética y los desastres naturales. Tras todo esto, vemos que miles de personas malviven con escasos recursos y poco a poco van pasando a las filas de los olvidados, de los que no tienen acceso a una vida digna en derechos y oportunidades”, ha explicado el director.
Así, los programas de ayuda vinculados más directamente con la atención directa a las personas y familias más vulnerables han sido los que mayor demanda ha registrado, tales como el de Acogida y Atención Primaria como puerta de entrada a los recursos que ofrece la asociación, el de Empleo o el de Personas Sin Hogar. De igual modo, el perfil de los participantes —en gran número procedentes de otros países— ha incrementado la actividad en otros como el Servicio de Orientación Jurídica (SOJ) , que ha prestado su apoyo asesoramiento en asuntos relacionados con extranjería, asesoría laboral, fiscal o penal.
Por otra parte, las tres residencias de las que Cáritas dispone en la provincia (El Sotillo – La Lastrilla, El Alamillo-Cuéllar y Sepúlveda) comenzaron a recuperar los niveles asistenciales prepandemia, una vez que la situación sanitaria ha permitido flexibilizar las necesarias medidas aplicadas para garantizar la seguridad de residentes y trabajadores.
Menos donantes
En cuanto al balance económico de Cáritas Diocesana de Segovia, 2022 cerró con 1.362.537,21 euros, mientras que los gastos ascendieron a 1.187.938,82 euros, lo que arroja un saldo positivo de 174.598,38 euros, al que hay que restar los gastos prorrateados de las obras de la sede diocesana, por lo que el balance definitivo de la entidad es de 49.000 euros.
En el capítulo de ingresos, las subvenciones y ayudas de las instituciones públicas y privadas capitalizan la mayor parte de la financiación de Cáritas, próxima al 60 por ciento, mientras que las cuotas de afiliados, los donativos y las herencias y legados añaden el 40 por ciento restante.
En este sentido, la dirección de Cáritas expresa su preocupación por el progresivo descenso en el número de socios y donantes, y hace un llamamiento a la sociedad segoviana, que siempre se ha mostrado solidaria con las iniciativas de la organización, para dirigir la mirada a la labor que desarrolla y poder contribuir económicamente a su arraigo.
El voluntariado es uno de los ejes fundamentales de la labor de Cáritas en la provincia, y 2022 ha consolidado el número de personas que colaboran en la ayuda y acompañamiento en los distintos programas. Así, en 2022 un total de 245 personas destinaron su tiempo y su esfuerzo a Cáritas, con un significativo aumento en el número de jóvenes fruto de las campañas de captación que se vienen realizando en los centros educativos y universidades.
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