Ha sido un buen año para la Denominación de Origen Chorizo de Cantimpalos. “Hemos vendido 225.000 unidades, un 3%. Venimos ahora del salón Gourmet con buenas sensaciones, la gente nos conoce y lo empieza a valorar como un alimento de calidad”, explica del director técnico de la IGP, José Ramón Marinero. El presidente de la entidad, Juan Luis López Arribas, empezó con la feria del Chorizo de Cantimpalos hace 18 años, cuando aún se tramitaba la IGP, mano a mano con el ayuntamiento cantimpalense. Recuerda que las cosas han cambiado. Hoy son 22 establecimientos los adheridos a la IGP, aunque productores son solo seis. Ha pasado que la industria chacinera cantimpalense ha ido concentrándose en el jamón, dejando el chorizo “de marca” para los especialistas.
En aquel entonces el problema eran el pirateo con la marca, aquel execrable Cantimpalo, sin “s”, que se anunciaba por la tele. Nada que ver con la sarta tradicional. Hoy el problema es competir en precio en las grandes cadenas en un producto, el chorizo, susceptible de ofrecerse a precios bajísimos. Imposibles si hay que alimentar al cerdo con un 70% de cereal de calidad, lo que marca la diferencia.
Jarrea con ganas. Las pocas paradas instaladas este año no harán mucho dinero hoy. Los visitantes se reparten entre los bares y la carpa donde el grupo Tierra de Castilla desgrana un contundente folk. La alcaldesa, Inés Escudero, agasaja a las autoridades, y se queja de que el clima ha estropeado el día. Mucha gente de los pueblos vecinos no bajará a la feria. Hace un frío que pela pero la lluvia es bienvenida. “Alguna cosecha no se salvará, la espiga ya no crece, pero otra mucha sí”, explica un agricultor, que como de costumbre ve la botella medio vacía.
Hay dos momentos punta en la jornada ferial. El premio a la receta de chorizo y, como no, el reparto de garbanzos con chorizo, unas mil raciones, pese a la lluvia. Hay nueve concursantes. Albondiguillas de chorizo con patata tibia, galleta de chorizo, bizcocho de chorizo, milhojas de chorizo. La organización dice que tras XVII ediciones se empiezan a agotar las ideas. El segundo premio, 10 kilos de chorizo, es para las galletas de chorizo de Miguel Tardón. El premio gordo se lo lleva Estíbaliz Fernández, miniempanadillas con forma de cerdito rellenas de picadillo de chorizo. El premio es la mitad de su peso en embutido. “Antes era el peso entero, pero claro, había quien pesaba 100 kilos. Hubo que dejarlo a la mitad”, recuerdan.
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