Posted By Redacción on 31, May, 2014

1.- Merece la pena reflexionar sobre los distintos ritmos que llevan los procedimientos que investigan el expolio de las cajas de ahorros. Si comparamos el caso de Caixa Penedès con los procedimientos instados por UPyD es llamativo que mientras que para Caixa Penedès el procedimiento ha terminado, en el caso Caja Segovia, después de casi tres años desde el inicio de las actuaciones seguimos en la primera fase de la instrucción. En peor situación se encuentra el procedimiento también instado por UPyD sobre Caja Madrid.

2.- Sobre las similitudes de los dos procedimientos y a falta de conocer los detalles de la sentencia encontramos que podríamos contemplar dos escenarios:

a) que en el procedimiento se compruebe que los directivos actuaron a espaldas del Consejo de Administración. En este caso Escribano y el resto de directivos podrían tener, como en Caixa Penedès, pena de cárcel y la devolución del dinero. Los consejeros deberían asumir su responsabilidad política por no haber controlado nada.

b) que se compruebe que las retribuciones reconocidas a los directivos se amparan en la aprobación del Consejo de Administración. En este supuesto, los consejeros no sólo responderían políticamente por el monumental escándalo sino también económicamente por la vía civil e incluso penalmente por haber permitido un auténtico latrocinio semejante al de Caixa Penedès.

3.- En los inicios del caso Caja Segovia tuvimos que denunciar la posibilidad de que el anterior director, Escribano,  a través de una empresa inmobiliaria de su propiedad, hubiera podido tener la tentación de gestionar el patrimonio inmobiliario de la Caja. De la misma manera, la lentitud en el procedimiento puede determinar ahora que siguiendo su ejemplo, su sucesor en el cargo y anterior responsable del área de seguros de Caja Segovia, Fernando Tapias, compatibilice actualmente su actividad docente con una correduría de seguros de su propiedad para intentar hacerse con el negocio de unas 33.000 pólizas que gestionaba la oficina de la que fue director. Puede ser que no sea casual el despido de dos empleados de gran experiencia y más de 20 años de antigüedad y su sustitución por la esposa de Tapias que actúa como agente exclusivo de seguros en esa oficina. Posiblemente todo esto sea legal pero resulta muy poco ético que el poco negocio que aún se mantiene de la Caja sea acaparado por quien ha contribuido a su desaparición. Todo ello sólo es explicable desde la sensación de impunidad que aún mantienen los implicados en el procedimiento.

Fuente: Comunicación UPyD Segovia

Comparte en tu WhatsApp