Que la alcaldesa accidental de Segovia, Claudia de Santos, declare en rueda de prensa que las obras del Peñascal estarán acabadas y funcionando, como muy tarde, en octubre próximo y que en este asunto, la Junta está informando constantemente de la marcha de los trabajos es, en principio una buena noticia: la obra se desbloquearía y la infraestructura, sumamente demandada, concluiría por fin.
Salvo que esas palabras signifiquen contradecir punto por punto al concejal del mismo equipo de Gobierno, Javier Arranz, que sólo unas horas antes hacía pública un durísimo ultimato a la consejería de Educación, con acusaciones de incumplimiento de plazos, amenazas de reclamaciones incluidas si se sobrepasaba una fecha tope (noviembre) para acabar la obra.
“No hay fechas tope ni postura oficial del Ayuntamiento” aseveró la alcaldesa en funciones, que consideró las declaraciones de Arranz “un error” achacable a lo largo que está siendo este proceso y “la implicación personal” del edil en este asunto, pero subrayó que el edil conoce la planes y la fecha acordada para la próxima reunión de la comisión de seguimiento.
El aparente despropósito comenzó cuando ayer, 6 de agosto, Arranz convocó a los periodistas para proclamar su malestar con la Junta tras expirar ese mismo día el plazo comprometido para el reinicio de las obras y exigió a Educación que en el plazo de una semana plasmara por escrito sus planes para la obra. En su ultimato, fijó el mes de noviembre como fecha topé para que la instalación estuviera funcionando y advirtió además que el ayuntamiento podría reclamar indemnizaciones por los retrasos.
Arranz utilizo en todo momento el plural que parecía indicar que sus declaraciones estaban respaldadas por el Gobierno local, pero sólo unas horas después, era De Santos la que explicaba a los periodistas que el Ayuntamiento y la Junta “estamos en el camino de conseguir que los niños puedan disfrutar de estas instalaciones”.
7 agosto, 2014
Es lo que se dice ponerse de acuerdo. Y lo que tiene participar en un batiburrillo de corrientes internas de Partido, con el añadido de ‘independientes’ de distinto cuño. Desde los aportados por un fichado gerente (ahora desaparecido), los que merodean al sol que más calienta por distintas formaciones o los que buscan un sustento más tranquilo que su trabajo profesional una temporadita o de por vida. Eso sí, todos in-dependientes, de un sueldo.
8 agosto, 2014
Uuuuuuuuuu!!! y la Junta asustada de lo descordinadas que están las concejalías y la alcaldía. Manda narices Javier!!!