Habrán notado cierto pesimismo en las reflexiones semanales sobre el deporte segoviano… pues sí, no lo oculto, el panorama es lamentable y, el futuro a corto y medio plazo, sencillamente desolador. A expensas de que cristalice este 2014 una ley de mecenazgo deportivo como se ha anunciado desde el CSD, no queda otra que cruzar los dedos para que no se lesionen los escasos atletasde élite con los que contamos. Porque si algo ha puestode manifiesto este 2013 es el de la dura subsistencia y devenir incierto de nuestro deporte en el primer año sin la gran teta de la entidad Caja Segovia. Podemos establecer varias lecturas, atendiendo a nombres propios y a trayectorias de clubes. Hoy nos centramos en estos últimos, comenzaremos por La Escuela Caja Segovia.
Si el primer equipo de Segovia, con una competición atractiva de ámbito nacional, con amplia proyección mediática en medios de comunicación, con un plantel deportivo formado, de calidad y barato (tres semifinales y una final en los cuatro últimos años) y con una estructura ajustada en gastos ha sido incapaz de conseguir un patrocinador que sustentara el proyecto en la élite… a partir de ahí, pueden entender la cascada de renuncias, recortes, abandonos y pasos atrás dados por todo el resto del panorama deportivo provincial. El Caja ha dado paso ahora al Segovia Futsal, dejando en el camino medio nombre,la División de Honor, deudas, cuantías prometidas por grandes instituciones (y nunca recibidas) y muchos sueños de una gran plantilla que hizo vibrar el pabellón con otra temporada entre los cuatro primeros. Milita este año en la División de Plata, donde busca en el mercado de invierno el revulsivo a una plantilla bisoña con dos emblemas históricos de su época más gloriosa: Orol y Riquer. En la misma división, pero en féminas, el Unami cerró un año más agrio que dulce, pero ha empezado la presente campaña como un tiro y, si todo sigue igual, se presenta como un claro candidato a luchar por el ascenso. De momento, es colíder y está viendo cómo explota una gran generación de futbolistas.
Del fútbol, apenas podemos rescatar nada. La Segoviana agoniza. Son muchos años lloviendo sobre mojado, con impagos, marchas, deudas, ruido en lo extradeportivo, campo éste en el que se echa en falta una dirección firme, un liderazgo, una idea clara de donde se quiere (y sobre todo ‘se puede’) ir con este club. Jugó el play-off, pero en lugar de premio, pareció un suplicio. Extraordinaria campaña del CD La Granja, que peleó hasta la última jornada por meterse en las eliminatorias por el ascenso… por lo que cumplió más que con creces su cometido. Como lo hizo el Unami, el joven equipo que, calladamente, se ha instalado en la Tercera División, con la idea de afianzar el proyecto y quedarse mucho tiempo. Suerte, que la merecen.
El baloncesto perdió su representante en la Primera Nacional. Lo hizo también por motivos económicos, por lo que busca sobrevivir esta campaña con unos jugadores que purganen la liga provincial unas penas que no son suyas. El rugby, el voleibol y el resto de deportes lograron respirar un año más, aunque con dificultad. Algunos de estos tienen más motivos de esperanza, ampliando el panorama de representantes en sus respectivas ligas y con buenas perspectivas de futuro, como los Tabanera Lobos.
Dejo para el final el mejor recuerdo. Si hacemos el cómputo de las dos temporadas que ha cobijado el año que ya desapareció (final de la 2012/2013 y comienzo de la 2013/2014) el Viveros Herol Nava sigue siendo el gran ejemplo de nuestro deporte, pese a que se quedó a las puertas de la fase de ascenso. Que una localidad de 2.500 habitantes consiga hacer un equipo puntero en la Primera Nacional, jugando fases de ascenso a la División de Honor-Plata, sacando jugadores para ASOBAL y convirtiendo el pueblo de Nava en un hervidero de activos y eventos de primer nivel en el balonmano nacional, es más que sobresaliente. Es el proyecto que más interés (por entusiasmo, estructura, altura de competición, viabilidad y rentabilidad) me despierta… y no sólo de este año. Que tomen nota de lo que allí se hace en los dos lados de la barrera. Tanto si alguien busca buenas propuestas deportivas donde invertir, como para quienes claman (y reclaman) por más ayudas para aventuras suicidas de escaso recorrido y presencia.
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