La actualidad electoral se desplazó el viernes al Real Sitio, con la presentación oficial de los candidatos al ayuntamiento por el PP e IU, encabezados respectivamente por Juan Carlos Gómez y José Luis Duque. Este año no hay lista de independientes y el abanico se completa con solo dos formaciones más, la del actual alcalde, el socialista José Luiz Vázquez, y UPyD, con José Luis Santos.
Tradicionalmente el voto municipal en La Granja es muy leal a las siglas. En los dos últimos comicios PP y PSOE han clavado sus resultados (sobre 950 votos para el PP) y 1.500 (PSOE), en tanto las formaciones alternativas (habitualmente dos, a veces tres) se reparten los restantes 600 votos. Eso garantiza al PSOE un sólido colchón sobre el que descansar una desahogada mayoría absoluta.
Para los comicios de mayo el caballo de batalla del PP será la crítica situación económica del consistorio, el caso Larcovi y la mejora de las calles de la localidad, así como la falta de transparencia en la gestión del actual equipo de Gobierno. “Tenemos una deuda viva de más de 7 millones, a lo que hay que añadir otra de 1,5 millones en pagos pendientes, a pesar de que La Granja ha sido el único municipio que se ha acogido a las tres convocatorias de ayudas para el pago a proveedores, convirtiendo en deuda a largo plazo la deuda a corto plazo”, explicaba Gómez. A eso se añaden la tortuosa madeja de pleitos en la que está inmerso el urbanismo granjeño, empezando por el caso Larcovi y terminando por los 1,9 millones que el senador socialista y ex-alcalde Félix Montes (junto a otros cinco vecinos) reclama judicialmente al consistorio.
Todo ello lo recordó Gómez en la presentación. Tildando de fraude el acuerdo parajudicial suscrito entre el ayuntamiento y Larcovi. “Que en la práctica supone regalar por nada los mejores terrenos municipales a una empresa cuyo contrato debió haberse resuelto en 2008”, denunció, reiterando varias veces es que “lo peor es que todos esos millones de la deuda no se han traducido en mejoras visibles. No sabemos dónde ha ido a parar ese dinero”.
Pero el PP es consciente de que los áridos datos económicos tienen un relativo gancho electoral. Especialmente cuando desde la alcaldía se rebaten con otra incuestionable realidad: siendo cierto que la situación económica es caótica, no lo es menos que Vázquez ha mantenido prácticamente intacta la amplia nómina municipal, sobre 100 empleados (70 más que en la vecina Palazuelos, para un parecido número de habitantes), algo sin duda oportuno en tiempos de crisis.
Frente a ello, en el PP recuerdan que “ya no hay crédito del que tirar”. Y se compara “con una familia que gana 1.250€ al mes y gasta 2.000. Durante un tiempo puedes tirar de Visa, después hay que hipotecar la casa. Al final, lo que tienes va directo a los
bancos”, explican. Al tiempo que denuncian que los impuestos locales son los más altos de la provincia, Gómez Matesanz considera que “el municipio genera ingresos suficientes como para, evitando despilfarros, mantener los gastos ordinarios, e incluso abordar obras de acerado en San Luis o La Pradera, que ya eran urgentes hace diez años”.
Para la lista, el PP ha tirado “de los de casa” -José Luis Martín, secretario de la agrupación local ha agradecido al PP provincial la libertad total en la confección de la lista- y primando vecinos de “a pie”. Se mantiene en los puestos de salida al actual núcleo de concejales. Maria Nieves Rodríguez, trabajadora del sector sanitario y muy activa en organizaciones caritativas segovianas, es la número 2. Le siguen José Luis Martín, trabajador de la cartonera, y Juan Antonio Serrano, arquitecto. Quizá como principal novedad destaque la presencia en la lista de un clásico del asociacionismo empresarial, el que fuera vicepresidente de la FES y presidente de la agrupación de empresas de la madera, Luis Comyn.
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