Esto no pretende minimizar la importancia científica de una nueva enfermedad epidémica, aún con muchas incógnitas por desvelar, sin tratamiento ni vacuna. Si pretende combatir en lo posible el estado de psicosis social y del que los medios de comunicación no podemos dejar de responsabilizarnos. Estamos hablando de consecuencias económicas, sociales y, especialmente, sanitarias ante una masificación injustificada que interfiera en el funcionamiento de los servicios de salud.

En adelante suprimiremos todo aquel comentario relativo a la epidemia que no sea acorde con esta línea editorial. Si quieren otro tipo de información, váyanse a otro digital. Sabemos que esto puede tener un coste en cuanto a tráfico, y en consecuencia económico en nuestras cuentas, pero más caro resulta caer en la sinrazón, el alarmismo y la estupidez.

Les recomendamos no difundir información no rubricada por las autoridades sanitarias, y llegado el caso, informarse previamente en el 900 222 000 de información ciudadana sobre el nuevo coronavirus, disponible las 24 horas del día y en el que los usuarios pueden plantear dudas y recibir instrucciones sobre la manera a actuar. Por ello se recomienda llamar a este teléfono antes de acudir a un centro asistencial.