Tras haber esperado un tiempo “prudencial” —el expediente se archivó el 16 de marzo— y a la vista que Lalanda aún no lo ha hecho, Gómez Montes ha hecho público el contenido íntegro del acta de conciliación firmado por ambos ante mediadores en el que Lalanda pide disculpas por “la descalificación en lo personal y en lo profesional que han causado sin esa intención sus palabras”.
Además de haberse sentido injuriado y descalificado profesional y personalmente por “los términos críticos usados en las comunicaciones internas y en el precipitado blog” el responsable del servicio de Urgencias subraya en el mismo texto su preocupación por “el efecto negativo que ha tenido todo lo anterior en los profesionales que componen el servicio”, que la doctora denunciada responde manifestando que “lamenta haber utilizado esos términos y quiere dejar claro el respeto en lo personal y personal” y su “gran aprecio al conjunto del equipo humano que compone el servicio de Urgencias”.
Pese al reconocimiento de su exceso en la opiniones vertidas contra su jefe y compañeros en su propio blog, replicadas después en redes sociales y medios de comunicación, Lalanda apunta en el acta que su intención era “llamar la atención y denunciar la situación, en muchos casos extrema que los recortes sanitarios y la precariedad laboral ha provocado sobre los profesionales de los servicios sanitarios públicos y de las consecuencias para la buena práctica de la medicina”.
Los conflictos, mejor en privado.
Por otra parte, el acta de mediación incluye diversas consideraciones sobre la transparencia informativa “que debe existir en beneficio de los pacientes y la población” y la responsabilidad de los médicos en el manejo de los canales y términos por los que vehiculiza su crítica. “Deben cuidarse los mecanismos intra organizativos de resolución de problemas y también deben cuidarse los mecanismos instrumentos y contenidos de la crítica”, señalan para puntualizar que “las redes sociales y los blogs añaden un riesgo de que se altere el alcance e interpretación de contenidos críticos”, aunque reconocen que ese efecto “debe ser considerado por el comunicante cuando participa en las redes sociales”.
Los mismos intermediarios opinan que deberían activarse cauces para que los problemas y críticas “pudieran tener cauces de gestión intra organizativa” que apunta que podría jugar el papel de instancia de relación entre los facultativos.
El fin de culebrón.
Con la publicación del acta de conciliación debería ponerse fin a un conflicto iniciado en el blog Médico a cuadros que gestiona la doctora que abandonó el servicio de Urgencia en agosto pasado en el que escribió, entre otras cosas que “He renunciado a mi contrato de guardias… He renunciado al pisoteo de un jefe que, como tantos otros en la medicina española, maneja su servicio como si fuera su cortijo. Un jefe que no lidera, tiraniza. He renunciado a trabajar en un sistema con médicos de primera que viven a costa de médicos de segunda…” frases que provocaron la petición de amparo al colegio de médicos por jefe de Urgencias apoyado por el personal del Servicio.
La comisión deontológica emitió informe favorable a la apertura de un expediente sancionador que finalmente abrió el Colegio de Médicos y que podría acabar en la inhabilitación de la profesional, que encontró en las redes sociales un apoyo masivo sosteniendo que sufría persecución por sus críticas al sistema y la precariedad laboral aunque ese no era el fondo del expediente.
Durante la instrucción del expediente y con la intervención de mediadores, se alcanzó el acuerdo conciliador entre las partes que hizo que la junta directiva de la organización colegial acabara archivando el caso.
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