Viernes Santo, los que salen y los que no

Viernes Santo tormentoso en la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Segovia. Que si sales que si no sales, al final y con una hora de retraso sobre el horario previsto procesionó pero incompleta la procesión de Los pasos, con San Lorenzo la oración en el huerto, San Millán (Cristo en su última palabra), Cristo del Mercado (Santo Cristo De la Cruz) y San José con la Piedad, la Magdalena y el Calvario.  Se quedó en la Catedral la Soledad Dolorosa, de Santa Eulalia por decisión de la cofradia. Otras ya, anticipando el mal tiempo, que finalmente quedó en chispeo, no llegaron a ingresar el paso en la Catedral.

Segundo año consecutivo en que la lluvia frustra en gran medida el acto penitencial, con los consabidos debates en la Catedral sobre si primar la seguridad de los pasos más patrimoniales, si salir ahora que al menos no llueve o esperar un poco a ver qué dice el rádar de la AEMET, que es finalmente el que impone su ley.

Los que si salen son los del procesión del Silencio y del Santo Entierro de La Granja. Salir, salen, otra cosa es que terminen el recorrido o lo abrevien, como es el caso, ya que la lluvia fue menos clemente en el Real Sitio y embocando las puertas de la Alameda del palacio empezó a llover con cierta consistencia y se optó por renunciar a la salve frente a la Colegiata para hacerla en la sede de la Orden Tercera. Llovió pero podía haber sido nieve, como el año pasado. Eso sí, el vendaval no perdonaba.

Un viento polar. Dicen los granjeños castizos que cuando hay viento la lluvia se va para Segovia. La teoría es que que como las nubes se forman en la Sierra el viento se las lleva. No funcionó y en el Real Sitio los 130 penitentes, descalzos y cargando enormes cruces, se mojaron bien mojados.

Es la de La Granja una procesión con personalidad. Solemne, sentida y sin florituras, una de las más emotivas de Castilla. Las cofradías tienen su origen en 1755 -apunta el vicepresidente de la junta de cofradías, Isidoro Arévalo, aunque la procesión del Silencio empezó en 1804. Actualmente procesionan sobre 200 vecinos, 130 cargando rústicas cruces de roble que andarán entre los 30 a los 60 kilos, puede que más. Impresionante. Salen tres cofradías, la Real Hermandad del Cristo del Perdón y la soledad de la Virgen, con la Dolorosa, la del Cristo de los Alijares, y la Venerable Orden Tercera de San Francisco, con el Cristo Yacente del siglo XVIII y obra de Carmona.

Abren paso los "sanjuanines", los niños que este año tomarán la comunión portando en andas al Niño Jesús. Le sigue el Cristo de los Alijares, el yacente y la Dolorosa, con acompañamiento de banda. Detrás, consistorio y fuerzas vivas. No hay nazarenos y un escrupuloso silencio al paso de los esforzados penitentes.

Galería: Procesión del Silencio, La Granja