La victoria del Naturpellet Segovia en Rivas Vaciamadrid que dio al equipo segoviano el pase directo a la primera división del fútbol sala nacional se convirtió en una fiesta en la calle, con la concentración de alrededor de medio millar de seguidores en la rotonda de Santo Tomás, escenario habitual de celebraciones deportivas.
El equipo, ya de primera división, llegó a la cita pasadas las 22.00 horas a bordo de camiones antiguos de bomberos para encontrarse con sus aficionados —si bien es cierto que muchos de los congregados acompañaban al equipo desde Madrid, donde habían asistido como espectadores al último y definitivo encuentro de la temporada— y dirigirse a la fuente de la rotonda, donde no había una sola gota de agua, pero si una importante carga de euforia que se desató por toda la zona.
Al grito de “Segovia es de primera” y “El año que viene, Segovia Movistar”, la plantilla al completo se dio un baño de multitudes y celebró el éxito de una temporada que devuelve a la ciudad de Segovia a la élite del fútbol sala español tras cuatro años en segunda soñando con este momento.
La celebración se desarrolló sin más incidentes que el encendido de bengalas por parte de un grupo de aficionados aunque sí produjo alteraciones en el tráfico de la ciudad al quedar totalmente cortada la parte alta de Ezequiel González y todo Conde Sepúlveda durante unas dos horas.
Ofrenda y visita al Consistorio sin invitación a la oposición.
Las celebraciones continúaron este domingo, 9 de abril, cuando la plantilla del Caja acudió al santuario de la Fuencisla para agradecer la victoria a la patrona de la ciudad y acto seguido, a las 19.00 horas, al Ayuntamiento donde la Alcaldía había anunciado una recepción al equipo que durante unos 40 minutos saludó desde el balcón del Ayuntamiento a unas 200 personas que se habían congregado para felicitarles y corear lemas de exaltación del flamante equipo de primera división.
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