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Una ‘Atalaya’ para la polémica

La rotonda ya tiene su “Atalaya“, una estatua de acero cortén de 6 metros de altura, y si algo está claro es que hay polémica para rato. La alcaldesa, Clara Luquero, y la responsable de cultura, Marifé Santiago, junto con el padre de la criatura, el escultor madrileño Carlos Albert, procedieron el 14 de septiembre a presentar el montaje.

A pie de calle y aguardando a las autoridades, el escultor comentaba algunos pormenores de la instalación. Un paseante se detiene y pregunta: ¿Esto qué es? ¿Qué le parece a usted?, replico. “Un montón de hierro oxidado, que me va a parecer”, suelta el paisano. Albert sale conciliador al paso, le parece bien el debate. El paisano se va. “Ustedes sabrán de estas cosas, a mí es lo que me parece”.

“Siempre es así -reconoce Albert-, lo importante es el debate y también educar al público. Es normal, si desconoces el arte contemporáneo”. De la misma opinión es Clara Luquero, “hay que educar” -coincide-, y recuerda que cuando empezó como concejala de Cultura “llegué a una ciudad en la que parecía impensable que las cosas culturales se hicieran fuera del centro histórico, y si podían ser conferencias sobre Felipe II, mejor. Para muchos la única música culta era la música clásica. Lo que costó….”

Más reivindicativa es la filósofa Marifé Santiago, que tira de Wilde para recordar que “no hay diálogo posible con el arte clásico. Ahí está, se te impone, y hay que estar enormemente agradecido por el legado. Lo contemporáneo, en cambio, demanda pensar, comprender. El arte contemporáneo habla de nuestro tiempo de nosotros, hay que entenderlo y eso cuesta”.

Inicialmente pensó erigirse en la rotonda de avenida de la Constitución. Era el emplazamiento preferido del autor, allí sus seis metros de envergadura quedaban en consonancia con el espacio. En la rotonda de Juan Carlos I, en cambio, la amplitud la empequeñece. Todo indica que al final se optó por la segunda para respetar la vegetación de parques y jardines de la primera, la de Juan Carlos I era una mera tortilla de espinacas, sin ningún elemento. “Este espacio es más abierto, permite verla mejor”, señalaba Luquero, al tiempo que hacia votos para que “Atalaya” se convierta en algo así como un icono segoviano, “una señal para los vehículos que van al centro de que se adentran en una ciudad cultural”.

La pieza se compró en abril de 2017 por 18.500€, incluyendo gastos de instalación. Un chollo, para lo que son estas cosas. “Sí que me gustaría aclarar a que si se consideran materias primas, soldado, acarreo, no hay beneficio para mí”, explica Albert. Y tiene razón. Puede resultar opinable si hay que gastar en esto o aquello, pero lo cierto es que las estatuas urbanas de gran formato valen un pastón. Varios cientos de miles se pagaron por el conjunto del pastor, el Zapatones de Abella, en la rotonda de Baterías. 160.000 costó la polémica, y esta de corte clásico, escultura ecuestre de Carlos III en La Granja. Es cierto que a diferencia de Atalaya se trata de obras en molde, con un proceso mucho más complejo. En el arte abstracto de Chillida y seguidores, es la soldadura directa y el manejo de bloques lo que marca el proceso, más asequible, y aún así, a precios bastante superiores a los pagados por el contribuyente segoviano.

La compra es, aunque en el ayuntamiento lo niegan, una forma de pago de favores a galeristas que anualmente colaboran en el Hay Festival desinteresadamente con importantes exposiciones de arte urbano. Hay un acuerdo no escrito para, si surge la ocasión, devolver el favor adquiriendo obras de artistas intervinientes.

Luquero, Albert y Santiago, presentando Atalaya.

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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9 Comments

  1. ¿Polémica?, de qué. Seguramente la que inicie ahora mismo, manifestando que a mí me gusta. Paso todos los días por ahí, y creía que era una puesta transitoria por el Hay festival.Me alegro que sea permanente Me parece moderna rompedora y muy decorativa, además está muy bien ubicada.

    Contrasta y contrapuntea con ese horror,el personaje siniestro y rancio en el otro extremo de la calle, me refiero a esa estatua del Guardia Civil caminero. Pero como dejó el ayuntamiento que colocaran semejante engendro. Urge un departamento de estética en el benemérito cuerpo.

    A los Calimochos de turno no les gustará claro, pero tienen una opción muy clara y muy sana , la de estrellarse ( figuradamente) su cabecita y libranos de sus obsesiones .

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    • Pues si, Rufi, si. Me parece una castaña pilonga.
      Pero es culpa mía, ya que no entiendo ese tipo de “esculturas” abstractas. Simplemente me parecen “tomaduras de pelo”. Me dala impresión, con todos mis respetos, de que cualquiera con un soplete y cuatro latas viejas puede hacer algo parecido. Pero insisto que no entiendo ese arte. Aún así, me parece bien que la hayan puesto, y como yo también paso mucho por allí, espero no estrellarme la cabecita, como desea el perfecto idiota de Rufián.
      Pero no te preocupes, mal bicho, que eso es como todo, al 50% les gusta y al otro 50% les disgusta. No le des mas vueltas.
      Y mira tu por donde, me gusta la escultura de la Guardia Civil. Es más, pienso que tenía que haber sido más grande, y estar puesta en el centro de la rotonda. La Guardia Civil lo merece.

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  2. Dice el Sr. Besa “Varios cientos de miles se pagaron por el conjunto del pastor, el Zapatones de Moro, en la rotonda de Baterías”.
    Demuestra poco conocimiento, poco interés por informarse, y un evidente desprecio por el arte.
    Lo que él llama “el conjunto del pastor, el Zapatones” se trata del Monumento a la Trashumancia, y no es obra de Moro, sino de José Antonio Abella, de quien animo al editor del artículo y a todos sus lectores que se interesen por su maravillosa obra escrita (Juda es un libro que debería ser básico en la lectura en los institutos segovianos, para aprender a leer y aprender nuestra Historia) o escultórica.
    Para facilitarle el acceso a la información sobre su “zapatones” le dejo el siguiente enlace: https://www.mypano.es/abella/monumen.htm

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    • Por una vez estoy de acuerdo con calimocho, esa estatua no representa nada relaciobado con segovia, es cara,fea, y solo vale para que se posen los pajaros..no es rompedora ni imaginativa ni original..si el arte moderno necesita ser explicado que nos lo expliquen..espero que salfa dicha explucacion en este diario, haber si son capazes..¿Cuanto dice que costo?

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      • Por cierto rufian, no caigas en el gusto de imitar a calimocho en lo de insultar..por mucho que lo intentes no llegaras a tal nivel…puedes espresarte sin caer en la maledicencia..si alguien sabexque nos explique la grua esa que han puesto como escultura..una horca quizas??..

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  3. Vaya comentarios carcas. Y el Sr besa, podía por humildad disculparse de su ignorancia. Pero a tenor de sus ensayos periodísticos no lo espero. Además me tendría que dar las gracias por eso de la ” polémica” se lo he dado gratis. Cali, querido, recoge formas pata poner el toro de Osborne. No

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    • Si Rufi, si. Ya sabemos todos que tus comentarios son “contemporáneos”, como la escultura,…. que no los entiende ni Marifé (la filósofa). Como mucho cuatro trolls podemitas de tu calaña.
      Para no herir la etérea y frágil sensibilidad de los “tolerantes” anti-anti-anti-taurinos, mucho mejor que el toro de Osborne, sería el cabestro de Rufían. ¿Qué rotonda te apetece?

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    • Disculpen la confusión. Procedemos a corregir el escrito quedando constancia del error original. Gracias.

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      • Jjjj..esplicanis la estatua rufian..que significa? Que sentido tiene? Como se ibtegra en ls ciudad? ..tu que eres tan culto y modelno apuadate de unos carcas e iluminanos…aj , que tampoco tienes ni idea??..jj ..sifo dandole la razon a calimmocho y mira que eso me preocupa…..mque alguien nos esplque la horca…no vayas a colgar una cuerrda de ella rufian…

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