Un libro para reconstruir Nepal: ‘Montañas de Agua’

Posted By Juan Pedro Velasco Sayago on 25, May, 2016

Luis Miguel López Soriano (semblante en ‘Geología de Segovia’), montañero de altura, afincado en Segovia (Ortigosa del Monte), presenta este sábado, día 28 de mayo, a las 8 de la tarde, en la librería ‘Ícaro’ de Segovia (calle Marqués del Arco, 36), su libro Montañas de Agua, con prólogo de Carlos Soria.

A Luis Miguel se le puede encontrar pateando la Sierra de Guadarrama cuando no está de expedición. Es asiduo acompañante de Carlos Soria en sus salidas a la cordillera del Himalaya, con él hizo cumbre en el Ama Dablan (6812 m) en 2015.

En la presentación del libro seguro que los asistentes podrán preguntar y enterarse de primera mano de las noticias más recientes sobre Nepal y el Himalaya.
Luis Miguel ha regresado hace unos días, tras pasar tres meses junto a Carlos Soria, de la zona del Annapurna-Dhaulagiri. Las malas condiciones les hicieron desistir en su intento de conquista. Esta vez no ha podido ser, pero como dijo Soria (77 años) en una entrevista: no pudo ser, pero podría haber sido. Volverán, es lo que cuenta en montaña.

Esta vez Luis Miguel había llegado a la zona dos semanas antes para organizar la construcción de unas escuelas de la ONG Ayuda Directa Himalaya.
Asociación y proyecto humanitario al que se contribuye comprando este libro.

Un interesante libro del que nos cuenta Geología de Segovia que “Luis Miguel ha recogido en su bloc de dibujo las cumbres más altas, los catorce ochomiles de la Tierra. Pero también cimas de seismil y sietemil metros de altura, algunas, incluso, sin nombre. Lugares famosos por su gran belleza junto a rincones remotos y desconocidos. Sin olvidar nunca a los pueblos que habitan al pie de estas montañas y que son pieza clave para entender el valor del paisaje. Trabajando con acuarelas, el líquido es la base del trabajo y para Luis Miguel López Soriano siempre ha sido muy importante diluir la pintura empleando el mismo elemento del paisaje que pinta. El agua recogida del río, arroyo o glaciar le permite integrar el entorno real en el dibujo creado, conservando su huella original sobre el papel. El sol, frío o viento de cada momento también intervienen de una manera crucial en la evolución del trabajo, secando o incluso congelando los trazos del pincel. El resultado no son ilustraciones elaboradas ni retocadas técnicamente tras horas de dedicación. Son simplemente rápidos y sencillos apuntes del natural que llevan parte del propio paisaje pintado. Son montañas de agua…”.