Tormenta de cochinillos y quedada de médicos

Posted By Redacción on 25, May, 2018

Micro en mano, Roberto Capone bendice la mesa. Foto Mesón de Cándido.

Por poco, pero la impresionante tormenta de última hora de la tarde del 24 de mayo no aguó la “Fiesta de Exaltación del cochinillo“, acto de clausura del Congreso de Turismo y Gastronomía organizado por la Asociación de Camareros de Segovia. Con la participación de 40 restaurantes, y bendiciendo la supermesa servida en el Azoguejo el gastrónomo Roberto Capone, se dieron a destazar al plato otros tantos cochinillos, con ración a tres euros para varios centenares de asistentes. “El cochinillo es parte de la bandera de España”, explicaba el chef, reivindicando el producto de calidad como centro de la buena cocina.

Para entonces las nubes ya presagiaban agua, y de la buena. Procedente de Valladolid, un frente tormentoso con importante aparataje eléctrico, fue recorriendo la provincia hasta llegar a la capital a las 21 horas, descargando durante una hora.

Los camareros se van, aunque queda hasta el domingo la carpa de Tierra de Sabor. En su lugar, del congreso gastronómico al de Deontología Médica, inaugurado el 24 de mayo en IE University, con la participación de 200 médicos.

200 médicos hablan de ética

Congreso que se inauguraba con la presencia, entre otros, del director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Carlos Moreno, y del consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio Sáez Aguado, quien tras las palabras de bienvenida de Enrique Guilabert, presidente del Colegio de Médicos de Segovia, afirmaba que se trata de “un momento muy importante para abordar estos asuntos porque cada vez más en nuestra sociedad los aspectos que tienen que ver con la deontología tienen más relevancia”

Turno a la conferencia inaugural, a cargo del médico segoviano y experto en cuidados paliativos Marcos Gómez Sancho, quien ponía el prólogo al evento con una ponencia sobre la muerte. “Se hace demasiado para retrasar la muerte y demasiado poco, y tarde, para aliviar el sufrimiento”. Gómez abundó -intercalando citas de la Biblia, Jacinto Benavente, Góngora, Quevedo, Cervantes, Azorín o Dostoievski o pensadores como Confucio, Ghandi o Sócrates- en las distintas fases por las que atraviesan los pacientes terminales y sus familiares. El temor a morir solo o el concepto y el peligro de la soledad en el siglo XXI, o la necesidad de irse tranquilo y con la conciencia en paz que muchos enfermos experimentan, también eran tratados por el ponente, quien no olvidaba hacer referencia a las necesidades religiosas y espirituales de algunos enfermos. “Los médicos debemos aliviar el dolor y el sufrimiento de nuestros pacientes; aliviar el dolor es más fácil, pero cuando no conseguimos aliviar del todo el sufrimiento, le toca al paciente buscar sus medios”, indicaba Marcos Gómez Sancho, quien terminaba hablando sobre la reconciliación y el arrepentimiento y sobre cómo para muchas personas “morir es descansar”.