Ha sido un comienzo de curso tormentoso en el grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la UVa de Segovia, el que más alumnos aporta a la universidad, y cuyos alumnos de cuarto y tercero protagonizaron una sentada de protesta el 5 de octubre. Ellos han pagado, y no poco, por todo un cuatrimestre y a la hora de la verdad el curso ha arrancado con dos semanas de retraso en buena parte de las asignaturas de los últimos cursos. Y es que la universidad no acabó a tiempo el proceso de “contratación de urgencia” de los profesores asociados, y que son un 40% de los docentes de la titulación.
“Hemos pedido que nos compensen de alguna manera pero nos han dado largas”, denunciaba la portavoz de los estudiantes, que denunciaba también la escasez de la plantilla de publicidad en Segovia. “Las tutorías para Trabajos de Fin de Grado no están dotadas y no podemos empezar con eso”, añadió.
Los asociados son un escalafón “accesorio” de la carrera docente. Se trata de una figura laboral para incorporar profesionales del mundo empresarial que aporten conocimiento del sector al alumnado. Sin embargo, en la práctica, esta figura ha sido utilizada también para completar plantillas. Al ser contratos parciales temporales que se encadenan curso tras curso, cobran menos y están sujetos a una alta precariedad laboral.
“Al objeto de dar estabilidad a las plantillas docentes, este año se generaron tres nuevas plazas de profesor ayudante doctor -contratos más estables-. A la vez se reducen las plazas de asociados, de modo que para garantizar la igualdad en el acceso a las plazas que quedaban se optó por sacar a concurso esas plazas, unas 17 en Segovia. El procedimiento se retrasó al modificarse las sistemas de baremación para evitar arbitrariedades y entre unas cosas y otras las clases empezaron sin que los concursos estuvieran terminados. Es algo que ha pasado también otros cursos. En este momento ya está todo normalizado, todas las asignaturas tienen profesores”, explicó el vicerrector de la UVa en Segovia, Juan José Garcillán, que presentó sus disculpas a los alumnos. Sin embargo, la demanda del alumnado de ver reducidas sus tasas no tiene pinta de prosperar. “A lo sumo podemos recuperar clases”, dice el vicerrector.
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