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Segovia, suspenso en arquitectura sostenible

Desde luego ni el CAT, ni el María Zambrano, tampoco el INSS o la biblioteca de Nueva Segovia, pero es que ni siquiera los edificios actualmente en construcción de los nuevos juzgados ni el instituto de San Lorenzo. Ninguno de ellos pasaría la normativa de sostenibilidd que desde el pasado 1 de enero es de aplicación en la UE para los nuevos proyectos técnicos de carácter público, normativa que se extenderá a la arquitectura privada a partir de 2020.

El problema no está en la rentabilidad, el problema tampoco es de escasez de nuevos materiales. Para Susana Moreno, presidenta del Colegio de Arquitectos de Segovia, es una combinación de las inercias del sector, profesionales que no se resignan a cambiar el chip, y desconocimiento de los clientes, que tampoco lo demandan. Pero no hay otra. “La arquitectura sostenible no es que sea el futuro, es el presente. Quizá el problema está en que hay que plantearla desde el principio, desde el inicio del diseño hasta la ejecución, y no estamos acostumbrados”, explica Moreno.

Para contrarrestar esta situación, el colegio ha organizado la Muestra de Arquitectura Sostenible de Segovia, Massegovia. Que cierra sus puertas con un balances más que satisfactorio para la organización. Por la Casa del Marquesado, sede de colegio, han pasado 28 empresas, exponiendo sus productos, y se han impartido una docena de ponencias para difundir las ventajas de la arquitectura sostenible.

¿Pero que entendemos por arquitectura sostenible? Para empezar eficiencia energética, edificios que retienen hasta el 95% de la energía de calefacción en invierno y no precisan climatizadores en verano. Ahí juegan aspectos como el entorno, la orientación, y sobre todo, los aislamientos. Una cueva mantiene la misma temperatura en invierno y en verano porque minimiza el puente térmico entre interior y exterior. Los materiales actuales garantizan un efecto similar. Pero la sostenibilidad habla también de la luz, de los ascensores… Del agua por ejemplo, habilitando circuitos de aguas grises y de aprovechamiento de pluviales, minimizando con automatizadores el despilfarro. Y obviamente, también los materiales, que no sean contaminantes, que permitan un reciclado de componentes. Más, energía renovable (biomasa, fotovoltaica), sistemas de disipación de calor para el verano…

Ejemplos

En Castilla y León, en la punta de lanza de la arquitectura sostenible está la UVa. Y no precisamente por el campus María Zambrano, construido bajo un paradigma obsoleto que prima lo estético frente a lo funcional. El arquitecto Francisco Valbuena, especialista en sostenibilidad y director técnico de la UVa, es el responsable de dos ejemplos de arquitectura pública sostenible. Son el edificio Lucía, de oficinas y laboratorios, construido en 2014 bajo premisas sostenibles, y el Induva, la futura sede de las facultades de ciencias y prácticamente terminado. Edificios con balance energético casi nulo, donde de los materiales al mantenimiento, están concebidos desde la sostenibilidad y desde el primer momento.

Un primer dato es que la arquitectura sostenible tiene los mismos costes, lo que añadido al menor gasto en mantenimiento nos indica que económicamente no hay color. “El edificio Induva, de cerca de 6.000m2 ha costado 5.8M€, es decir, el metro cuadrado construido sale a menos de mil euros”, explica María Jesús González. Más ventajas, cuando la normativa exija que este tipo de edificios produzcan energía, no es que cuesten dinero, es que darán dinero.

González pertenece al sector de los certificadores, los que evaluan la sostenibilidad del edificio en función de parámetros internacionales. Y es que para adaptarse a las nuevas normativas todos los factores reseñados deben parametrizarse meticulosamente, desde la huella de carbona que dejan los materiales, a la gestión del agua; del reciclaje a la gestión del agua. Ahí los profesionales detectan un encarecimiento del proyecto, hay que incorporar al certificador desde el primer momento.

Durante el 7 y el 8 de junio la Casa del Marquesado y su jardín se han convertido en una feria donde las empresas patrocinadoras exponían sus materiales sostenibles. Revestimientos para mejorar la eficiencia energética de un edificio “viejo”. Aislantes a base de geles que emulan la capacidad de retención de energía de un muro de cincuenta centímetros. Hay también soluciones decorativas ingeniosas, como la propuesta por la firma segoviana Sintala Design, de Hontoria, que diseña y comercializa muebles de interior y exterior, revestimientos, mueble urbano, packaging… Todo a partir de madera reciclada, árboles y restos caídos en los bosques, subproductos. Por ahí van los tiros.

De arriba a abajo. Ejemplo de construcción de gasto de energía cero, en la plaza. Ponencia en el colegio de arquitectos. Edificio InduVa, en Valladolid. Muestra de mobiliario urbano en el patio del Marquesado.

 

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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7 Comments

  1. Alguien podría explicarme para qué tiene tantísima altura el mamotreto de la Biblioteca?

    Cuánto cuesta calentar ese edificio?

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  2. ¿Por qué decís que la biblioteca está en Nueva Segovia?

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    • Entre El Palo y Nueva Segovia. Ahí está. Y no entiendo para qué se hizo con el techo tan elevado, eso tiene que costar un buevo calentarlo.

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  3. El barrio donde está la biblioteca, se llama, barrio de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia

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    • Bueno… Barrio barrio… Quizás dentro de unos años pueda recibir ese nombre. No?

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  4. Marta, como tú quieras.

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