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Opinión: Sanidad animal, retrato de un conflicto

En los últimos años las campañas de saneamiento ganadero se han convertido en una verdadera pesadilla para los ganaderos, que llegan a considerarla como uno de sus mayores problemas. Aunque la ganadería, igual que la agricultura, padece problemas estructurales y económicos de mucho más calado (precios por debajo de los costes de producción, envejecimiento y falta de relevo en el sector, etc), este sentimiento generalizado está más que justificado.

Quizá hay que aclarar qué son las campañas de saneamiento ganadero. En España, como en el resto de Europa, la ganadería, y en concreto el ganado bovino, ovino y caprino, está sometida a unos controles oficiales y obligatorios para detectar algunas enfermedades potencialmente transmisibles a las personas. Los controles más frecuentes e importantes son para diagnóstico de brucelosis y tuberculosis bovina, que son las fuentes de la mayor parte de los conflictos entre ganaderos y Sanidad Oficial.

Estas Campañas oficiales, recibidas hace treinta años como un síntoma de modernización y homologación con nuestros socios europeos, se han convertido progresivamente y sobre todo en los últimos cinco años, en una larga sucesión de conflictos y desencuentros entre los ganaderos y las administraciones, y se extiende cada vez más la percepción de que el sistema está fracasando, después de muchos esfuerzos por todas las partes y de haberse consumido unos recursos económicos públicos enormes. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

Uno de los factores importantes de este fracaso, o al menos estancamiento, de las campañas de saneamiento, es el inevitable contacto del ganado extensivo, con la fauna silvestre. Fauna silvestre que está infectada de tuberculosis en un alto porcentaje, sobre todo en el caso del jabalí y el ciervo. La situación de estas especies es peor en las zonas del sur de la Península, con clima favorable y mayores densidades de población, pero el problema está presente en casi todas las regiones.

Debido a este contacto de la ganadería con ungulados silvestres infectados, la aparición de nuevos casos de tuberculosis bovina es continua. Como los controles sanitarios y el sacrificio de animales diagnosticados como positivos se hace sólo sobre el ganado, pero no sobre la fauna silvestre, el problema se perpetúa y los rebrotes de la enfermedad son continuos.

Esta realidad y el reconocimiento de que efectuar controles sanitarios sobre los animales salvajes es prácticamente inviable, ha hecho que desde el sector ganadero y desde el de los técnicos se cuestione el objetivo de las campañas, la erradicación total de brucelosis y tuberculosis animal. Este objetivo de erradicación aparece cada vez más como imposible y se habla ya, contra el criterio de la administración, de control de la enfermedad y de convivencia con el problema en determinadas zonas.

Por otra parte cada vez se ve más claro que las pruebas diagnósticas que se utilizan en las campañas no son suficientemente exactas. Es verdad que por ahora son las mejores que están disponibles y que se usan en muchos países. Pero la realidad es que de todos los animales que se sacrifican obligatoriamente, tras un diagnóstico positivo a tuberculosis bovina en campañas de saneamiento, un gran porcentaje no se confirma como enfermo en las pruebas definitivas en matadero. Así empieza a ser mayoritaria la certeza de que se están sacrificando innecesariamente muchos cientos, tal vez miles, de vacas y cabras cada año que realmente son sanas y evidentemente “inocentes”.

Este sacrificio en cierto modo indiscriminado de animales, en el que “pagarían justos por pecadores”, aun siendo extremo y doloroso, podría estar justificado si nos enfrentaramos a un grave peligro sanitario y todavía más si se tratase de un gran problema de salud pública.

Pero no es así. La tuberculosis animal (provocada por Mycobacterium bovis) no es la tuberculosis humana (Mycobacterium Tuberculosis). La tuberculosis humana, propiamente dicha, fue en el pasado una enfermedad terrible. Lo es ahora en los países empobrecidos del sur y mucho menos en nuestro entorno. La tuberculosis bovina transmitida a las personas es un hecho casi anecdótico en España y en general en los países desarrollados. La única vía de contagio significativa, el consumo de leche de vacas enfermas, sin pasteurizar es prácticamente imposible y el consumo de carne no se considera riesgo de transmisión.

Teniendo en cuenta todo esto, la ejecución de unas campañas de saneamiento tan radicales, con un objetivo de erradicación total, con un coste económico enorme para los ganaderos y el erario público, asumiendo el sacrificio de animales sanos y en una especie de “caiga quien caiga”, no se sostiene.

Por último, con la normativa actual, los ganaderos afectados por estas Campañas, no tienen reconocido un derecho básico, el de reclamar administrativamente sobre los resultados de las pruebas y poder realizar contraanálisis de sus animales, a los que se decreta sacrificio obligatorio.

Unidos Podemos se ha hecho eco de la problemática y de las quejas y reivindicaciones del sector ganadero, tanto con acciones institucionales (proposiciones no de ley parlamentarias, propuesta de cambios legislativos, etc.) como con acciones de sensibilización y difusión, con la realización del documental Sanidad Animal: relato de un conflicto” impulsado desde el Grupo Parlamentario Europeo, con la colaboración del Consejo Rural Estatal y de Grupo Rural de Podemos Segovia.

El viernes 22 de septiembre, a las 20:00 se ha presentado el documental en Torrecaballeros con el objetivo de dar a conocer a la ciudadania la situación actual de la Sanidad Animal y abordar un debate entre todas las partes implicadas.

Artículo de  Óscar García Barrero. Veterinario rural. Miembro del Grupo Territorial de Podemos Segovia

Author: Opinion

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7 Comments

  1. Vaya con los podemitas. ¿también tenéis “soluciones” para temas ganaderos? Sois unos artistas, de todo sabéis.
    Una lástima de que un veterinario-podemita de Segovia que se preocupa por un posible problema, pierda el tiempo en un peligroso partido de perroflautas antisistema, bolivariano, comunista, y con simpatías con etarras e independentistas.
    Una pena, Oscar.

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    • Muchas gracias por tus interesantes comentarios “CALIMOCHO”
      Oscar García

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      • No hay de que, Oscar. Para eso estamos.

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  2. Tambien entiendes de bovinos y astados calimocho???..si es que eres un pozo de sabiduria metiendo tus hozicos cual puerco pancetero en todos los lodazzales..que maravilla calimero!!

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    • Ni idea de bovinos, Holy. Con mis hocicos cual puerco pancetero, básicamente detecto borregos.

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      • Jjjj..calumocho en esencia pura!!! Solo hay que citarte y…escarbas,cabeceas ,mujes y embistes como los astados..ole!!!

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  3. Borrego, en el sentido despectivo, es aquel que sigue la opinion del rebaño mayoritario y dominante, por lo que, en todo caso, Oscar es la metafórica oveja negra, la que duda de que la tierra sea plana y aporta sus investigaciones para demostrar que es redonda.

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