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Opinión: Las raíces de barro de la globalización alimentaria

Organizado por el Grupo Territorial Podemos Segovia, la Academía de San Quirce acoge el 17 de diciembre a las 18 horas una mesa redonda sobre el sistema alimentario global. Con la participación de Jorge Ángel Moas (CGT), Carme Ibáñez, de Podemos Extremadura, Carmen Menéndez, de Marea Blanca, y la Asociación de consumo. Inaugurará la mesa Natalia del Barrio, procuradora y portavoz de Podemos en la comisión de Agricultura de Las Cortes regionales. Con motivo del acto, Óscar Herrero, del Consejo Ciudadano de Podemos Segovia remite el presente artículo de opinión

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Que vivimos en un mundo globalizado, es algo sabido y asumido por todos. Por unos más que por otros; eso sí, pero asumido al fin y al cabo. Lo que no está tan claro, a estas alturas de la película y después de casi una década de retrocesos sociales en esta Europa de los derechos, es cómo los ciudadanos percibimos esa globalización: si como algo bueno o malo. Hace diez o quince años, impulsados por una coyuntura económica favorable, que permitía a los gobiernos ejercer con las alforjas llenas, es probable que una mayoría de los habitantes del mal llamado ”primer mundo” se mostraran favorables a este fenómeno. Sin embargo, a día de hoy, cuando la realidad de precariedad, retrocesos, y descrédito de la política se impone como una losa, esa respuesta no está tan clara; o quizá sí, pero en el sentido contrario.

La alimentación es un buen ejemplo de como las raíces que sustentan la globalización son raíces de barro, poco consistentes, superficiales… Pues en un tema tan importante para todos, se observan, sin filtros, las grandes mentiras sobre las que se asientan los mantras que rodean el fenómeno global. Estas mentiras, que se han convertido en una suerte de “nuevos principios” para el progreso y el futuro, pasan, como un rodillo, por encima de democracias y constituciones de cualquier estado, por muy importante que este sea; es decir, pasan, como un rodillo, por encima de las personas.

La primera gran mentira que se nos impone, es que cada vez hay que producir más alimentos para cubrir las necesidades de una población creciente. Población que puede llegar a 9.000 millones de personas en apenas una década. Nos dicen, que para conseguir ese objetivo hay que poner cada vez más hectáreas en producción, y cargar la tierra cada vez con más agroquímicos, en forma de fertilizantes fitosanitarios etc. que aumenten las producciones. Sin reparar en que esa sobreexplotación esquilma y produce infertilidad en la tierra a medio plazo.

Mientras permanecemos instalados en esta dinámica, existen estudios solventes afirmando que, a día de hoy, se están produciendo alimentos para 12.000 millones de personas. Teniendo en cuenta que la población mundial son unos 7.000 millones, y que en torno a 1000 millones no disponen prácticamente de acceso a una alimentación básica, se deduce, claramente, que se está desperdiciando, y tirando a la basura, en torno al 40% de los alimentos que se producen. Tan terrible como cierto.

Este hecho desmonta por sí mismo otro de los grandes mantras de la globalización, que es la optimización de los recursos para conseguir esa ansiada competitividad. Si estamos esquilmando los recursos que nos deben proveer de alimentos en el futuro, produciendo de forma intensiva casi el doble de lo necesario, es evidente que esto no obedece a criterios de eficacia y competitividad, sino a criterios de pelotazo a gran escala. Pelotazo, para que unas pocas empresas acumulen el máximo beneficio en el menor tiempo posible; aunque con ello se esté poniendo en peligro la producción de alimentos para las generaciones venideras.

Otra gran mentira que se nos viene contando, en los últimos años, es la necesidad de nuevos productos “tecnológicamente avanzados” para dar de comer a la población en el futuro. Este es el nuevo nombre que se le da, últimamente, a algo no tan nuevo como son los productos genéticamente modificados (OGMs), también conocidos como productos transgénicos. Las grandes industrias agroalimentarias llevan más de una década vendiendo los OGMs como el futuro de la alimentación y el final del hambre en el mundo. Pero la realidad “canta” de nuevo; y nos dice que estos productos se han desarrollado básicamente en países ricos, donde los productores tienen dinero para pagar la semilla y los tratamientos agroquímicos posteriores.

Tratamientos agroquímicos diseñados por las mismas empresas, proporcionando de nuevo a éstas pingües beneficios. Y no lo han hecho en las zonas donde el hambre sí es un problema, como por ejemplo en África, o las zonas más deprimidas de Asia y América Latina; ya que, obviamente, estas compañías allí no tienen nada que ganar.

Nos encontramos pues, ante un sistema alimentario global totalmente injusto para quien lo produce: los agricultores y ganaderos de todo el mundo; además de cada vez más insalubre y caro para quien lo consume.

Salir de este peligroso círculo no es tarea fácil. Pero si queremos conseguirlo, solo nos queda exigir, a quienes nos representan, que ejerzan de lo que son; y que hagan políticas al servicio de quienes les han votado, en lugar de cómo, en este caso, para beneficio de las apenas cinco grandes empresas que poseen en estos momentos el 80% de las patentes de semillas de todo el mundo. Sólo con un control democrático y público de las patentes de semillas, así como de todos los parámetros que influyen en la producción de alimentos: utilización de agroquímicos, gestión del agua, tenencia de la tierra etc…, podremos hablar de una seguridad alimentaria garantizada en cantidad y calidad para el futuro. Y también de una seguridad alimentaria, para cientos de millones de personas, que no la tienen en el presente.

Para exigir es importante informar y sensibilizar a la ciudadanía y por eso desde el Grupo Territorial de Podemos Segovia os invitamos a participar en la mesa redonda que se llevará a cabo el sábado 17 de diciembre a las 18.00h en La Real Academia de Historia y Arte de San Quirce tiene como objetivo analizar cuáles son los impactos sociales y medioambientales en España y en el mundo, así como las repercusiones para la salud de las personas de este nuevo orden alimentario mundial e Informar sobre el funcionamiento y la dinámica del sistema alimentario global y local desde la perspectiva de productores y consumidores.

Artículo de Óscar Herrero. Grupo Territorial Podemos Segovia. Consejo Ciudadano de Podemos Segovia

Author: Opinion

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