free web stats

Opinión: Invertir la despoblación es posible y real

Hace unas semanas la Oficina Europea de Estadística dependiente de la Comisión Europea, Eurostat, publicaba de nuevo estadísticas sobre población: mas del 51% de la población residente en España vive en ciudades y solo una de cada cuatro viven en el medio rural.

La fuerte despoblación de ese medio rural es una realidad evidente. Sin embargo son muchos los esfuerzos y las diversas políticas que se han desarrollado, se desarrollan y que en el futuro inmediato se desarrollarán, para mitigar esta tendencia. Los municipios, la administración más cercana al ciudadano, han puesto mucha imaginación en el tema. Estos, la mayoría de las veces sin recursos, fomentan políticas hacia la natalidad; crean nuevas infraestructuras; potencian el turismo; poniendo en valor los recursos naturales, etc. El Estado, incluso la reciente Conferencia de Presidentes en el Senado, ha señalado como prioridad la lucha contra la despoblación. Gobiernos autonómicos, como el de Castilla y León, han puesto desde hace años todos los medios a su alcance para intentar mitigar este problema. Los parlamentos regionales han sido y están siendo sensibles directamente o a través de sus fundaciones y organismos relacionados, con este serio problema. Las Diputaciones sostienen y aportan recursos esenciales para el mantenimiento de las infraestructuras básicas de estos pueblos; igualmente, implementan con todos los recursos a su alcance medidas para invertir estas cifras

¿Cuál sería el escenario actual si no hubiera sido así? ¿En qué grado de despoblación se encontraría nuestro territorio si hubiéramos liquidado Diputaciones, municipios de menos de 5.000 habitantes, o la misma Cámara Alta de las Cortes, como así lo proponen algunos partidos políticos? Por si ellos aún no se han dado cuenta, esas políticas son el trasunto claro de más pobreza y más consiguiente despoblación.

El Parlamento de la UE ha aprobado hace unos días una resolución en la que se insta a la Comisión y Consejo para que las regiones con riesgo de despoblación y envejecidas reciban más fondos de cohesión. Yo lo defino como más solidaridad territorial para el medio rural. Esa es la palabra clave en cuanto al gasto público: solidaridad real entre los territorios y regiones; solidaridad en el destino de los fondos públicos; solidaridad en todas las políticas económicas que se apliquen entre aquellos. Desde la transición, es el factor población uno de los determinantes para la distribución de fondos. Pero el reparto se aplica en positivo hacia el factor población. Vistos los resultados las demandas son las mismas pero a la inversa: discriminación positiva hacia las regiones y territorios con menos población.

Pero no es solamente la solución al problema el aumento de gasto en los territorios afectados, si no hay una aplicación inteligente y racional de ese gasto el éxito que se busca no se encontrará. Tenemos que estudiar la discriminación positiva de aquellos que realmente elijan quedarse o venir al medio rural. Tributos diferenciados por el factor de residencia permanente; complementos rurales de salarios públicos; impulso al sector primario; y todas esas muchas medidas que por falta de espacio hoy no voy a relacionar ni mucho menos.

Sin embargo, quiero hoy traer en estas líneas algunos, y solo algunos, detalles y respuestas que son atisbos de esperanza. Una de las características de este abandono en el último cuarto del siglo XX, es que cada año que pasaba se podían observar más viviendas, almacenes, o cobertizos en ruinas por falta de mantenimiento y conservación de quienes ya no residían en el medio rural. Este panorama de ruina hacía más impracticable el retorno y aventuraban un panorama futuro de desaparición.

Sin embargo, en los últimos años, se han observado cambios significativos en las zonas rurales próximas a los grandes núcleos de población. Territorios que distan una media de 100 km de estos cinturones están siendo receptores de pequeñas inversiones a cargo de sus propietarios, compradores, herederos, en la conservación y rehabilitación del patrimonio urbano rural.

Una ventaja de oportunidad, aunque no muy conocida, radica en el IVA reducido del 10% que repercute a estas obras, suponiendo un ahorro de 11 puntos reales. La condición es que afecte a reformas de viviendas, incluso de nueva construcción, edificios complementarios y cerramientos, incluso segunda vivienda. Quizás su mayor conocimiento animaría a muchos propietarios o interesados a invertir en nuestro patrimonio rural residencial. También dato muy positivo es el aumento de visitantes a muchos de nuestros pueblos. Unos haciendo turismo y otros pasando días festivos en ese patrimonio rural conservado o rehabilitado al que me refería líneas atrás.

Otra oportunidad importante es el aumento del uso térmico de la biomasa forestal. Mucho ha cambiado el escenario de la demanda de este producto desde que comencé con su difusión junto a AVEBION hace ya 14 años. El uso de la biomasa forestal está compensando en parte la falta de aprovechamiento de la foresta en tiempos pasados por las sociedades rurales. Algunos que exigen, demandan, y le dan fuerte al palo de la demagogia cuando los montes se queman, lo han de tener muy claro: no hay presupuesto público posible para compensar la falta de los usos tradicionales para realizar limpiezas en los montes. La biomasa está siendo y será por lo tanto otra oportunidad para el empleo, la reducción del exceso de combustible, y la fijación de población.

Sin embargo, no puedo hablar hoy de recientes indicios de cambio para la ganadería extensiva que es, de los tres sectores primarios fundamentales, la más afectada por el abandono de la actividad. Son muchas y muy poderosas las razones para mantener la ganadería extensiva: el incremento de la materia orgánica en suelos pobres; evitar la proliferación arbustiva incontrolada; la conservación del paisaje; el mantenimiento de habitats y la labor de extensión de biodiversidad de especies vegetales. Un pequeñísimo ejemplo: las aves rapaces necesitan la reducción de la carga herbácea para establecer el necesario control de especies como el topillo. ¿Quién reduce la misma si no hay ganado extensivo? Nada mejor que el ganado para clarear las cunetas, caceras y pastizales. El ganado extensivo aprovechaba los pastos de entornos de núcleos urbanos rurales, evitando que los incendios se aproximaran a las viviendas. El ganado extensivo controlaba eficazmente el pasto forestal, luego causante de la propagación inicial de los brutales incendios forestales que sufrimos en la actualidad.

He dejado para el final mi visión particular del problema de origen. He de manifestar que confío plenamente que las cifras actuales de la despoblación se invertirán progresivamente y que el patrimonio rural será un bien al alza. No tengo ninguna duda de ello porque son muchos los factores que lo indican y hacen intuir esa tendencia futura. Las administraciones trabajan en ello al límite de sus posibilidades si cabe. El movimiento natural de nuestra especie, como respuesta a las variaciones del clima entre otras, responderá en consecuencia, ya que somos parte de la biodiversidad aunque a algunos se les olvide. Las medidas que se implementen han de ser prontas, eficaces, eficientes, basadas en la solidaridad de los territorios y en su corresponsabilidad. Tratando de conservar vivo, comunicado y enganchado a las tecnologías del siglo XXI al medio rural. Y es que esos movimientos naturales a quienes me refería, dependiendo de lo atractivo que diseñemos el escenario, antes pronto que tarde llegarán.

Artículo de opinión de Juan Carlos Álvarez, senador del PP por Segovia

Author: Opinion

Share This Post On

4 Comments

  1. “Castilla y León ha puesto todos los medios…” ¿Todos los medios para evitar la despoblación ¡desde hace años!? Cómo no sea no repartir preservativos

    Post a Reply
  2. No sé si por ignorancia o petulancia, como aquel rey que iba desnudo creyendo llevar las más prodigiosas vestimentas, por pura mendaz o por hacerse una inmerecida publicidad, vierte usted una serie de afirmaciones que están a punto de hacerme sangrar los ojos al verlas.
    No busque usted, si bien militante del partido de los recortes, ninguna animadversión por ser del PP. El tiempo que el PSOE tuvo alguna responsabilidad de gobierno también contribuyó a dejar los pueblos pequeños como un erial. Es sólo que, como le decía al principio, falta usted a la verdad y me parece notarle ufano de sus “logros”.
    Vivo en un pueblo, parece ser, condenado irremisiblemente a desaparecer. El padrón dice que somos treinta y pico. En invierno, no llegamos a 15. Se trata de Riaguas de San Bartolomé. Y no me voy a enfadar si no sabe usted dónde está. Desconoce tantas cosas…
    Me he visto obligado a trabajar a casi 100 kilómetros de casa. Y empiezo a estar hasta el gorro de que, cada vez que, en el contexto de mi trabajo, alguien me pregunta dónde vivo y le respondo, su siguiente apreciación sea que vivo muy lejos. ¡Pues no!. Vivo justo donde tengo que vivir. Lo que está lejos es el sitio al que me veo obligado a desplazarme para subsistir. O al que me desplazo para comprar. O al que me desplazo para ir al médico. O al que me desplazo para hacer gestiones.
    Disponemos de una hora de médico a la semana los jueves por la mañana…. Si necesitas un facultativo en otro momento, -con perdón- ¡date por jodido!…

    Trabajando a 100 km. y necesitando puntualmente recetas de algunos medicamentos, me vería obligado, los jueves y sólo los jueves, a faltar toda la mañana al tajo…

    Hago trampas: se supone que tienes que tener el médico que te corresponda por el lugar de empadronamiento. Engaño al SACYL y les hago creer que vivo en Segovia, donde trabajo. Probablemente pase allí más horas, y así consigo tener asistencia más ágil y todos los días de la semana.

    Ahora, con las urgencias, sí que sí, estamos jodidos. El Hospital General de Segovia está tan lejos como mi trabajo… Si la ambulancia no la conduce Fernando Alonso dudo que llegue a tiempo…

    La atención urgente más inmediata supongo que llegaría desde Ayllón y si, el único médico que atiende, está en esos momentos por alguno de los pueblo de la sierra… ¡Me doy por jodido!
    Y si Murphy ha hecho que nieve ¡me doy por jodido!…

    Que no quiero darle pena. Es que milita usted en el partido que nos quitó un médico de urgencias de la zona y me pareció que se presentaba usted como nuestro benefactor.

    Permítame seguir ilustrándole:
    Está fácil describir el tejido de transportes de Riaguas: no hay más que tus propios medios…
    Se supone que disponemos de una cosa que llaman “servicio a la carta”, que consiste, en que si eres capaz de planificar con suficiente antelación tu viaje, y si te atienden el teléfono, un taxi te recoge en el pueblo y te lleva hasta Riaza, donde podrás coger el autobús.
    Si la decisión de tu viaje la tomas fuera del horario comercial del día anterior no podrás salir del pueblo.

    Disponíamos, a tan sólo 5 Km., en Campo de San Pedro, de tren. Pero cuando a alguna cabeza pensante se le ocurrió vertebrar el país con el “pajarraco” (perdón AVE), dijeron que el montante de la operación justificaba suprimir servicios deficitarios. Entiendo que deficitarios económicamente, porque socialmente, no se me ocurre nada más rentable. Y si es económicamente, ¿hay algo más deficitario que el “pajarraco”?.

    El resultado es que ahora tenemos una estación de AVE en Segovia (a 100 Km.) que ha servido de coartada para privarnos de un tren que, pudiéndolo coger a 5 Km. de casa, hacia el sur nos podría llevar a Madrid, y hacia el norte a Aranda de Duero, Burgos, Bilbao…
    Ese corredor (verá usted que manejo la jerga), podría suponer un importante alivio en el tráfico de camiones de la N-1, facilitar los desplazamientos a núcleos de concentración de trabajos a los actuales supervivientes, agilizar relaciones comerciales, turismo. Podría convertir nuestros pueblos en lugares alternativos de residencia. Seguro que sería de impacto para controlar la acuciante contaminación que respiramos (nosotros menos).

    Me parece que sería de especial impacto para conseguir un poco de justicia social. Un chaval que quiera cursar estudios universitarios en nuestra zona sólo podrá hacerlo si sus padres disponen de suficiente dinero para alquilar una casa en Segovia, Madrid, Burgos… Si vives en el nordeste de Segovia y no eres rico no vas a poder estudiar.

    Esto, Sr. Álvarez, ¿también se lo tenemos que agradecer?

    En cuanto a las telecomunicaciones no es que no llegue la fibra óptica. Es que no llega el cable. Los teléfonos funcionan con un sistema de emisión de radio que los técnicos llaman TRACK. Para las empresas de telecomunicaciones no somos suficientemente atractivos para molestarse en hacer ningún tipo de instalación.
    Hemos llegado a pagar con el único operador de internet posible hasta 60€ por 2 megas.

    ¿Se le ocurre, Sr Álvarez, un sitio donde sea más necesario?

    Todas las semanas pasan por el pueblo, pitando, un camión de fruta, otro con pescado y otro con congelados.

    Lo de pitando no tiene nada que ver con la velocidad. Es que como no sabes cuándo van a llegar, al entrar al pueblo lo hacen presionando el claxon. Así, cual flautista de Hamelín, los vecinos seguimos el rastro.

    Cuando llegamos al pueblo comprábamos el pan a un hombre que pasaba por la puerta, a toque de claxon. Llevaba huevos, bollería… Cuando acabó el verano decidió que no éramos suficientemente importantes como clientes para volver a pasar.

    Cabe pensar que cuando alguien “se mete en política” es porque cree que lo puede hacer mejor. Porque sabe cómo mejorar la forma de vida de los administrados. Si usted lo cree (dice: “son muchos los esfuerzos y las diversas políticas que se han desarrollado, se desarrollan y que en el futuro inmediato se desarrollarán, para mitigar esta tendencia “) déjeme que, como al rey del que me acordaba en el relato de nuestras desdichas, le aclare que está usted desnudo.

    Algunos creemos que no se nos tiene en cuenta cuando se hipoteca el presupuesto de Diputación en hacer palacios de congresos y remozar teatros mientras nosotros no podemos utilizar las carreteras para ir al médico cuando caen nevadas… ¿No sería más necesario garantizar primero los recursos y derechos más básicos en toda la provincia?

    El pasado 19 de Octubre, en El Diario se publicaba un interesantísimo artículo que comparaba la renta per-cápita de los distintos municipios de España, y concluía que la renta bruta media que declaran los municipios más poblados de España es un 43% mayor que en las localidades más despobladas. Si a eso añadimos que subsistir en ellos, ante la falta de servicios, supone continuos desplazamientos, grabados por sus políticas con impuestos indirectos sobre combustibles y contribuyendo consiguientemente a las arcas del estado y a su sueldo en mayor medida que los demás, me veo obligado a reiterarle que “está usted desnudo” o miente.

    Decía Estanislao Figueras, presidente de la primera República española, ante la incapacidad de los políticos de llegar a ningún acuerdo -y crea que en asunto de despoblación es necesario- y refiriéndose a ellos: “Estoy hasta los cojones de todos nosotros”.

    No pretendo representar a nadie. Hablo por mí. Crea que en cuanto a los políticos actuales, en los pueblos de la Laponia española estamos de acuerdo a Estanislao Figueras.

    No nos ofenda con su auto complacencia.

    Post a Reply
    • Con dos, sí señor. De los de don Estanislao 😉

      Post a Reply
  3. Empezaré mi comentario diciendo que el argumento de fijar población es utilizado por lo políticos con demasiada alegría,confiando en que sea bien recibido por la sociedad. En el caso del artículo del Sr. Alvárez, suscribo la mayoría de los comentarios anterioes; pero debo añadir que en algunos casos el argumento de la fijación de la población es utilizado como chantaje, cuando se plantean proyectos por ejecutar. Me estoy refiriendo a la recarga del Carracillo, comarca que no pierde población gracias a la mano de obra extranjera empleada en la hortícultura intensiva de la zona. Ahora bien, el número de agricultores y ganaderos disminuye, y el modelo agroquímico agota y contamina los recrusos naturales, especialmente suelos y agua. Recursos imprescindibles para la vida, y por lo tanto para el futuro de la comarca, por lo tanto seamos cautos, Sr Alvárez y reconduzcamos el “modelo de desarrollo del Carracillo” a la sostenibilidad. Porque de lo contrario,tendremos nuestros pueblos vacíos de vida, al no disponer de los recursos que la naturaleza nos ofrece y que gracias a la apuesta clara de sus colegas del PP se está dilapidando en los últimos años. ¿ Que beberan nuestros hijos y nietos?, ¿ Qué futuro espera a las generaciones futuras?.

    Post a Reply

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *