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No es la sanidad lo que está mal

Pique en las Cortes a cargo del consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado y la procuradora de Podemos Natalia del Barrio. Los morados llevan ya unas semanas con la mosca detrás de la oreja advirtiendo sobre un oscuro programa experimental, a testear en Segovia y Aranda, por el cual se privatizarían algunos servicios sanitarios.  Del Barrio anunció que lo preguntaría en pleno y así lo hizo: “¿Qué información puede adelantar sobre el programa piloto de derivación de pruebas diagnósticas a centros privados que se quiere implantar en el centro hospitalario de Segovia?”

Tras un primer conato de vacile del consejero, “no sé de qué me está hablando”, y la contrapregunta de Del Barrio, que suele ir  con los deberes hechos, el consejero contextualizó las declaraciones a que refería Del Barrio a un proyecto para mejorar la gestión de las peticiones de pruebas de radio-diagnóstico. Nada que ver con derivar a la privada pruebas de radiodiagnóstico. Básicamente, eliminar papeleo en la gestión de las demandas de radiología. Véanlo en el vídeo.

Es un alivio, la verdad. Yo defiendo la sanidad pública al 100%. Creo que los experimentos de conciertos y externalizaciones son un fracaso tan rotundo que no vale la pena perder el tiempo en rebatirlo. Madrid, Valencia y muy especialmente Cataluña ya lo han probado y para los que conocemos esos sistemas -experiencia de usuario- el término adecuado es ho-rro-ro-so. Especialmente en Cataluña, pionera en externalizar, y donde la mala gestión, las corruptelas y la politización están llevando la sanidad pública a los peores niveles de calidad de España. Un ejemplo, allí todos los hospitales grandes son consorcios, o sea, empresas públicas, con su nómina de gestores y de comisarios puestos a dedo… Un médico puede cobrar de varios consorcios trabajando en un mismo puesto de trabajo. Es demencial y caro. Muchas de las chorradas de los independentistas sobre el déficit de financiación vienen de cosas como los consorcios sanitarios, después de todo, por ahí se va el 15% del gasto público.

Pero bueno. Yo no entiendo de sanidad, y es un campo en el que para opinar hay que conocer, especialmente. Sí que creo que Castilla y León tiene unos servicios sanitarios buenos  comparados con Madrid o Barcelona (y vale, ahí tienen la sección de comentarios para explayarse en historias tristes y espeluznantes, que pasan en todos lados). Cierto, a nivel de patologías complejas no habrá comparación, pero en lo que es el día a día de atención primaria, llevar al día el pago de fármacos, plazos de espera para pruebas, lo de Castilla y León es el Nirvana comparada con Reus, Lérida o Alcobendas.

No todo el mérito es de la Junta, claro. En Reus, Lérida o Alcobendas se ha experimentado un enorme proceso de masificación, cosa que aquí no se da o se da en proporciones más leves. Pongo otro ejemplo. Hace ya unos cuantos años me rompí un hueso. En una mañana me atendió el de primaria, que me derivó a rayos, que me derivó a traumatología, que me enyesó la pata y me remitió, otra vez, al de primaria para darme la baja. Ni cuatro horas duró el proceso. Cuando lo contaba en Cataluña me tildaban de mentiroso. Para lo mismo ellos tardan entre días y semanas. No todo el mérito es de la Junta pero lo cierto es que Canarias, Cataluña, Castilla La Mancha y Extremadura -y ya me dirán ustedes que masificación puede haber en Cáceres-. son las autonomías con listas de espera más largas.

Bacheo en la CL-601 en 2016.

¿Que hay problemas en la sanidad segoviana? Pues claro, a montones, y algunos de ellos tremendos y los habrá hasta insolubles. ¿Dónde no? Pero también mucho oportunismo político. Todo es sensible de mejorar y empeorar, así que una de las estrategias (ojo, plenamente legítimas) de la oposición es cargar las tintas en lo que está mal, olvidando lo mucho que está bien. A los paisanos todo lo que no sea un proceso instantáneo de curación a lo Lourdes (y además indoloro) nos parece negligencia médica criminal, ” así que estamos predispuestos a comprar relatos de “lo mal que van las cosas”.

No. No le voy a poner ninguna mala nota a la Sanidad de Castilla y León. Para mí lo peor de la Junta está en otro lado. Es el oscurantismo que les caracteriza en casi todo (siendo, curiosamente, Sáez Aguado una excepción). La web de transparencia que tienen es lo peor. Es un chiste. Cotejar una información que va más allá de la delegación provincial es imposible. Tardan trimestres en contestar cualquier chorrada, y encima lo hacen fragmentariamente (en eso deberían aprender de Cataluña). Medio Ambiente, por ejemplo, ahí sí que la situación de Castilla y León da grima comparada hasta con Melilla. O Fomento (con la CL-601 destrozada desde hace lustros). O Industria, con esa política de subvencionar empresas por la cosa de “luchar contra la despoblación” y que huele a entre podrido y merienda de negros. Muy bien para hacerse fotos en Ontex cuando toca campaña electoral, pero  hasta ahí. No digo que no se facilite la implantación empresarial, más faltaría, digo que se hace mal y a oscuras y además-a la vista está- para seguir igual o peor.

En el fondo creo que es una cuestión de dos décadas de mayorías absolutas. El PP se ha acostumbrado a trabajar a su bola. . Al perder la mayoría absoluta y con la entrada de Ciudadanos en 2015 pensé -tonto de mí- que los naranjas contribuirían, como poco, a dar más transparencia. En la práctica ha sido al revés. A los de Ciudadanos de Castilla y León les han pasado un salario molón -que parece que era su principal motivación- y para su vergüenza hay que decir que no han movido un dedo en mejorar absolutamente nada ni siquera en el campo de la opacidad. Estaba en su mano y todo lo que hicieron fue buscar poltronas, conseguirlas y mutis por el forro. Agravar el problema y dejar que crezca el tumor… Si esa es la regeneración…

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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