Posted By Redacción on 8, Jun, 2017

La alcaldesa, Clara Luquero, junto al representante de la Fundación, José Luis Mora.

El Ayuntamiento de Segovia ha concedido el reconocimiento de Hija adoptiva y predilecta de la ciudad a la filósofa y ensayista María Zambrano, en un acto que ha tenido lugar en el patio del Ayuntamiento y que ha contado con la participación de la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero; el miembro de la Fundación María Zambrano, José Luis Mora; y el director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Rafael Cantalejo, junto a representantes de la cultura, la educación y de la sociedad segoviana en su conjunto. El nombramiento se otorga a las personas que no han nacido en Segovia, pero que han vivido en ella por un periodo de tiempo y han difundido sus virtudes como si fuese su propia ciudad natal.

María Zambrano (Vélez-Málaga, 1904-Madrid, 1991) vivió desde 1909 hasta 1924 en Segovia, donde se trasladó su padre Blas Zambrano para dar clases de Gramática Castellana en la Escuela Normal de Maestros de la ciudad. Fue una de las pocas chicas que estudiaron en el Instituto General y Técnico de Segovia, actual IES Mariano Quintanilla, y en sus años de juventud ya despuntaba como una pensadora importante. En Segovia coincide, dialoga y reflexiona con intelectuales que se agruparon en torno a la Universidad Popular, como Antonio Machado, Emiliano Barral o Miguel de Unamuno. En 1922 pronuncia una conferencia en el Teatro Juan Bravo sobre la situación moral e intelectual de la España de la época. En nuestra ciudad entabla también relación con Lorca o León Felipe.

En esta ciudad se fragua en María Zambrano su aprendizaje ético, social y político. Definió a Segovia como “un lugar de la palabra”, y posteriormente, cuando se ve obligada a exiliarse en 1939 durante 40 años en países como Cuba, Puerto Rico, Italia o Suiza, llamaba a Segovia su “ciudad ausente”, a la que no pudo volver ni para recibir su entrada en la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.

Zambrano es discípula de Ortega y Gasset y de Zubiri. Es Misionera Pedagógica, profesora de Filosofía en enseñanza secundaria y universitaria, y activista cultural perteneciente a la Edad de Plata de la cultura española, que siempre defendió la independencia de la mujer. En 1981 recibe el Premio Príncipe de Asturias, y en 1998 es la primera mujer en recibir el Premio Cervantes.

El músico, Cuco Pérez, interpretó la Entradilla con su acordeón.

En el acto de nombramiento, tras la interpretación de la Entradilla por Cuco Pérez al acordeón, pieza recogida por Agapito Marazuela en su Cancionero Castellano, se dio lectura del acuerdo adoptado el 28 de abril por el Pleno municipal en el que se destacan los méritos de la escritora y filósofa que le hacen merecedora del título “como reconocimiento de la sociedad segoviana a la figura femenina mas importante del pensamiento español del siglo XX, adelantándose a su tiempo en el papel transformador de la mujer y por la huella profunda que dejó en los relatos alusivos a nuestra ciudad”.

Luquero destacó el importante papel que jugó María Zambrano en su época “una de las pocas niñas, una de las pocas adolescentes que estudió y que pudo llegar a la universidad”, “la extraordinaria pensadora que llevó a Segovia como se lleva un talismán protector”, y ha entregado el pergamino a José Luis Mora, en representación del alcalde de Vélez-Málaga.

A partir de ahora, María Zambrano comparte distinción con el gran poeta y escritor Antonio Machado, que lo recibió a título póstumo en 1985.

Los ayuntamientos de Segovia y de Vélez-Málaga, que ocupa la presidencia de la Fundación María Zambrano, y la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, han firmado recientemente un convenio de colaboración para la difusión y el conocimiento de la vida y obra de María Zambrano, así como otro tipo de intercambios culturales, continuando la labor de reconocimiento que la ciudad de Segovia realiza en torno a una de sus ciudadanas más ilustres.

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