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Los Reyes se mojan

 

El gigante Dundú posa en la salida de la plaza de Victoria Eugenia.

Como estaba prometido. Los Reyes Magos desfilaron por Segovia desafiando a la lluvia —la temperatura no fue un problema, que era más que aceptable— y esperando incluso la nieve que solo llegó varias horas más tarde. Lo hicieron a pie desde la plaza Mayor, “por seguridad” según contaban los organizadores de la concejalía de Cultura que al final también permitieron que Dundú, el gigante luminoso, recorriera todo el camino entre el Alcázar y el Acueducto.

El rey Gaspar saluda a un grupo de espectadores, en la plaza Mayor.

Observando el espectáculo del Alcázar.

Y si los Magos y sus cortejos, bien nutridos de voluntarios, quisieron repartir ilusión pese a la climatología y tener que hacerlo a pie dejando sus tronos aparcados y bien tapados junto a la Catedral, la respuesta de los segovianos no fue menos espectacular. Miles de ellos aguantaron estoicamente a lo largo del recorrido mientras esperaban una procesión que en su primer tramo se movía muy, muy despacio.

 

Demostradas las buenas voluntades de las partes, el resto se desarrolló en esa especie de anarquía regulada con la que se mueve la colorida cabalgata en la capital en la que se hace imposible detectar una sola novedad si uno ya ha visto la de los últimos lustros y también si las ha oído. Tras la partida del Alcázar con una bella presentación que sin embargo acaba en una discreta aparición de los Magos en el primer contacto con el público, el cortejo quedó después encajonado en Daoiz —donde la alcaldesa, Clara Luquero, picoteaba entre los grupos de ciudadanos— para desembocar en la plaza Mayor y poner en marcha la fase dos: los reyes caminan.

Los porteadores de los Reyes se quedaron pronto sin trabajo.

Ahí es donde empezó la anarquía, al parecer permitida y casi deseada, con los porteadores, ya sin trabajo, abriendo los cortejos en los que los monarcas, demasiado mezclados con su séquito, llegaban a pasar casi desapercibidos, demasiado mundanos. Melchor hizo reverencias ante el Belén de la plaza; Gaspar regresó sobre sus pasos porque alguien se lo recordó y Baltasar, ni miró al Misterio. El que sí dedicó tiempo al montaje fue el gigante Dundú, quizá sorprendido por haber encontrado seres luminosos de su misma especie.

Dundú observa con aspecto sorprendido a los seres luminosos del Belén.

Sin carrozas que marcaran los límites de anchura en las zonas sin vallas, quedan para la historia los “cuellos de botella” que se formaron en Serafín, Cronista Lecea y San Agustín en las que los Reyes se asemejaban a esos ciclistas rodeados de aficionados en las cuestas de las etapas de puerto de montaña, en una maraña de familias completas y cortesanos entregados al arte de lanzar caramelos. Por cierto, el recorrido acabó tras el paso de la Cabalgata sembrado por miles de caramelos quizá porque se habían lanzado demasiados.

Centenares de personas refugiadas bajo las carpas esperando audiencia real.

Cuando los magos se sentaban en sus tronos ante el Acueducto la lluvia se había adueñado definitivamente de la situación aunque la previsora instalación de carpas para proteger la cola de niños que quería audiencia con los Reyes hizo más llevadero el final de la celebración, aunque no para todos, que el escenario carecía de rampas que lo hicieran accesible para los usuarios de sillas de ruedas.

El rey Baltasar, con una niña, en el Azoguejo.

También en el alfoz.

La carroza de Melchor en su recorrido por Tabanera del Monte.

Lo bueno de estos visitantes anuales es su capacidad para organizar su visita a varios puntos casi simultáneamente. En el Real Sitio de San Ildefonso y pese a que la amenaza de nieve llegó a forzar que por la mañana se suspendiera el desfile, finalmente y bajo algo de lluvia fina se celebró el recorrido entre la casa de la Cultura y el teatro Canónigos, desde las 18.00 horas.

Los reyes viajaron en coche para ir a Torrecaballeros y Cabanillas. (Foto: FB de Rubén García)

Una hora después, los tres de Oriente pisaban también Valsaín, Tabanera del Monte y Espirdo, además de Cabanillas del Monte y Torrecaballeros, entre otras muchas localidades.

Comitiva real en Espirdo.

El rey Gaspar en la Granja.

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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1 Comment

  1. ….Ah, pero esto que vimos ayer era una cabalgata?, fue un adelanto de carnaval de la peor especie, lo que en otros tiempos se decía , una carnavalada.

    Si, ya sé que el tiempo no acompaño, pero si queremos que llueva y lo está haciendo de autentico regalo….. había que prevenir ¿no?

    Me extraña que el departamento que dirige la inspirada y sutil Marifé monte estos bodrios, años tras año, un respeto para la infancia, les va a crear un trauma monárquico para toda la vida.

    ….y que decir de la alcaldesa, concejal, y policía abriendo el cortejo, nadie les dice que eso es patético y estéticamente horrible , no se preocupen ya saldran detras de algún cristo dentro de unos meses, tengan paciencia los muy agnósticos y descreidos ellos. Calimocho, como has sido malo, muy malo te habran traido carbon….. guárdalo para hacer una barbacoa con panceta española, muy española. El mejor regalo, la lluvia, la nieve, y la ilusión de los niños.

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