Posted By Redacción on 20, Ago, 2016

El despliegue de la fibra óptica en Segovia ciudad se está viendo frenado por las discrepancias entre la empresa y el ayuntamiento de Segovia. El ayuntamiento no quiere cableado aéreo, especialmente en el casco antiguo, en tanto para Telefónica la canalización no sale rentable en algunas zonas. Así las cosas, el despliegue de la fibra, vital para conseguir acceso a internet y telefonía de alta velocidad, corre el riesgo de quedarse a medio hacer en algunos barrios de la capital.

Alfonso Reguera, responsable de Urbanismo y alcalde en funciones, explica que “es así, en el casco histórico no podemos permitir cableados aéreos. Por poner un ejemplo, imagina que en el obispado hay que poner un cable en medio de la fachada. Simplemente no se puede permitir”. Con todo, Reguera muestra su confianza en que el despliegue del cable se termine este año y contrapone la política de Telefónica con la de otras operadoras. “Por ejemplo, Jazztel nos facilita un pequeño proyecto de las instalaciones”.

El proceso de implantación de la red en el caso de Telefónica pasa por una canalización principal de la que se tienden tramos a las cajas negras (“CPO”), que suelen instalarse en las fachadas de las casas. De ahí al domicilio por cobre y a través de cable, lo que a menudo obliga a tirar cable de una fachada a otra. “Habilitar canalizaciones para uno o dos clientes, no sale a cuenta”, explican técnicos de telefonía.

El desencuentro empezó en enero, cuando el consistorio rechazó algunos proyectos de cableado de Telefónica. Eso frenó el ritmo de obras en la ciudad. En paralelo, en el alfoz, se ha intensificado la instalación, en La Lastrilla, El Sotillo, San Cristóbal y Palazuelos ya está terminada la instalación y ha empezado el proceso de comercialización, que sin embargo es muy distinto en función de cada barrio. En las zonas de baja intensidad de viviendas en mucho más lento y, en la práctica, la contratación de fibra óptica se estanca en un ambiguo “fibra óptica en despliegue”.

Encarecimiento de los contratos

Otro frente polémico, este relativo con la comercialización, es la ralentización en la comercialización. En los últimos meses Movistar ha reciclado en contratos dúo buena parte de sus productos a particulares. Estos contratos establecen una velocidad de banda de hasta 30 megas. La triste realidad en que, fuera de las zonas con servicio efectivo de cable los 30 megas se quedan en seis o siete, con suerte. Al solicitar cobertura de fibra Movistar ofrece pasar al contrato estándar de super-banda ancha, de 300 MB, si bien eso supone ampliar el contrato en entre 10 y 15 euros mes, o eso o seguir en espera.

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