La iluminación navideña —ese periodo festivo que concluye el día de Reyes— desapareció definitivamente de la ciudad este 17 de enero, cuando los operarios de la empresa Carmelo Plaza retiraron la gran bola luminosa que ocupaba la rotonda de la plaza Oriental poniendo fin “oficial” a las fiestas con la desaparición de los adornos.
El Gobierno municipal ya recibió multitud de críticas por el tardío montaje del sistema luminoso que se encendió por primera vez después del puente de la Constitución aunque también ha decidido tomarse con la misma calma el desmontaje, concluido diez días después de que dejaran de sonar los villancicos.
No es lo único que recuerda a aquellos días. Los restos de la gran nevada que bloqueó las calles de la ciudad durante cuatro días siguen presentes en las calles en forma de montañas de hielo de diferentes tamaños pese a los esfuerzos que realiza la concesionaria de la limpieza viaria que también este miércoles se afanaban en retirar de aparcamientos y aceras de puntos como el barrio de Nueva Segovia los montones aún acumulados de hielo sucio usando excavadoras y volquetes para eliminarlas definitivamente.
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