La alcaldesa, Clara Luquero, se deshizo este 22 de marzo en elogios hacia la Policía Local de la que aseguró que “no oirán un solo menosprecio de la alcaldesa, que a fin de cuentas es su jefa, sino todo lo contrario, un elogio rotundo hacia la policía”. El radical giro del discurso hacia los uniformados, en la misma sala en la que su mano derecha, Alfonso Reguera, había reducido a los policías a la de meros controladores del tráfico, estuvo acompañado por un discurso lleno de comprensión hacia unas reivindicaciones que calificó como “naturales y lógicas” sobre incremento de plantillas, sueldos y medios que “tratamos de atender poco a poco” pero que no puede llevar a cabo por culpa de la política económica impuesta desde el Gobierno Central y el bloqueo de los remanentes. “¿Por qué no miramos al verdadero responsable de esto que es el Estado?” inquirió a los periodistas.
Los informadores, que dan cuenta de esta queja cada semana, insistieron no obstante en tratar de conocer el grado de alejamiento de la regidora con su portavoz pero mientras admitía que quiere ampliar la plantilla de uniformados, construir un nuevo cuartel, comprar coches y material y subir sueldos —justo lo que Reguera dijo que no hacía ninguna falta— además de reconocer las tareas de seguridad y auxilio a los ciudadanos que realizan, aseguraba desconocer las palabras exactas de su portavoz que “sabría lo que decía porque ha sido concejal de Policía” y consideró que su discurso habría estado poco matizado porque “no estaba en una conferencia sino en una rueda de prensa”, lo que hace pensar que el portavoz acude a sus citas con los periodistas con los datos justos y escasamente meditados.
Disculpas públicas.
El complicado equilibrio de Luquero no parece convencer a los uniformados que si bien han declarado un “alto el fuego” en el conflicto tras reunirse, la tarde de este jueves, con la concejala de Personal, Marisa Delgado, a la espera de lograr avances en sus reivindicaciones en próximos encuentros, suman a su lista de reivindicaciones que Reguera se siente ante los periodistas —a ser posible con el discurso preparado— para pedir disculpas públicas al colectivo policial. También sería un escenario adecuado la sesión plenaria de este viernes en la que se espera que los agentes pueblen las gradas del hemicilo.
En el encuentro con Delgado, los representantes sindicales lograron fijar un calendario de reuniones en las que negociar soluciones a sus problemas que se iniciarán el 2 de abril, ya después de la Semana Santa en la que trabajarán con normalidad desconvocando así su plante de no reforzar los servicios a través de horas extras y cambios de turno, aunque advierten que “si en las reuniones conseguimos avances, el desbloqueo será definitivo; de lo contrario será sólo una prórroga y las medidas se aplicarán en el próximo evento que demande más presencia policial de la existente en el turno ordinario de trabajo”.
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