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Los estudiantes al cole y los camareros al paro

Lo reconozco. La pereza trata de sujetarme en la tumbona mientras me esfuerzo por regresar a la rutina dando por finalizados los días de piscina, los helados, la barbacoa de mi cuñado —este año se ha esmerado en la calidad de la carne, lo reconozco. Este quiere algo.— y en definitiva, el dolce far niente. ¡Chico, que galbana! ¿A usted no le pasa?

En fin, lo bueno de una provincia como Segovia es que la vida es cíclica, así que en un pis pas estás otra vez al día. ¿Qué llega septiembre? Pues para empezar, a contar parados a patadas —102 en agosto, falta la riada de septiembre— con el fin de las contrataciones a camareros, socorristas y otros trabajos veraniegos que más que empleos son parches para unos pocos a partir del turisteo estival que sigue siendo el principal indicador económico en estas tierras, que ya ve que no es suficiente, por mucho que el Alcázar, nuestro valor más fiable, volviera a batir récords de visitantes. 200.000 en un verano.

Por cierto, nos espera la continuación de la pelea de los hosteleros con el Ayuntamiento por el asunto de la Ordenanza que les ha forzado, fíjese que injusticia, a ocupar justo el terreno de vía pública por el que pagan. ¡Huy! Estoy en la peligros línea de critica a “el sector” y teniendo en cuenta mi afición a la cervecita en barra no debería, por mucho que en mis viajecitos de verano me diera cuenta otra vez de lo barato, respecto a lo caro de aquí, que trabajan los bares y restaurantes por ahí… ¡Bah, será una sensación mía! Lo cierto es que los representantes del sector tenían prevista esta semana una reunión con la alcaldesa que finalmente aplazó esa parte. A ver si hablan la próxima semana.

No será porque la regidora estuviera muy ocupada preparando el pleno de agosto —celebrado el 7 de septiembre, que las vacaciones de ediles y funcionarios son sagradas— que lo que era asuntos de calado pues no llevaba demasiados y con que hubiera ido el de Tráfico, Ramón Muñoz Torrero, habría sido suficiente, que ese día todo era para él.

Por cierto, debió perderse los “cursos del perfecto concejal” que suelen celebrar las fundaciones de los partidos para preparar a sus cargos electos para el debate y la discusión pública, que brillantes, lo que se dice brillantes, no le salen los parlamentos. Claro, que a ver quien justifica con lucimiento cosas como que la inspección de servicios no inspecciona los autobuses porque los funcionarios “no tienen tiempo” o que en 11 años no se ha aplicado una sola instrucción del Plan de Movilidad sobre reducción de tráfico en el casco antiguo. Inténtelo usted, ande.

Ah, no prosperó la idea de Centrados de poner en marcha las turborrotondas en Segovia y eso que había un intenso debate sobre el asunto. Hay un capítulo de la serie de dibujos “Los Simpsons” que refleja los problemas de los conductores a la hora de gestionar esos encuentros de calles —la familia amarilla al completo pasa dos jornadas enteras atrapados en el carril interior del círculo, en pleno Londres— aunque digo yo que si el personal se leyera el código, a lo mejor… (Ahora me ha dado por la información de servicio, no te digo).

A otras cosas que vuelven. Pues el inicio del curso. En los coles, más o menos los mismos alumnos, que uno no sabe muy bien de donde salen los niños en esta tierra que se queda sin gente y en la universidad privada, pues vuelve la marea del Ie University que inaugura curso con un millar de alumnos nuevos cuya presencia ya se ha hecho notar con contundencia en estos días en los locales nocturnos del entorno de la plaza Mayor y la calle de los bares que han recuperado una animación que decae severamente durante el verano y donde en estos días se hablaba principalmente inglés. Ya vendrán los de la UVa y los autóctonos para equilibrar tanto guiri, digo yo.

Hablando de fiestas nocturnas, espero con inquietud la que va a montarse la semana que viene con el pretexto del 25 aniversario de la creación del Grupo de Ciudades Patrimonio, que se han montado un sarao con formato Noche de la Luna Llena —no se han roto la cabeza, esta es la “Noche del Patrimonio“— para ensalzar el patrimonio material y el “inmaterial”, un concepto en el que, fíjese, entra la Carrera del Pavo y de paso la presencia de animales vivos en la plaza de San Martín… A ver si me pongo al día que no acabo de pillar ciertos conceptos.

Por cierto, en Ávila hacían este fin de semana una exaltación medieval y además de la ambientación y los disfraces de profesionales y espontáneos había por las calles zancudos y animales mecánicos articulados de compañía origen francés como principal aportación municipal… Por si le suena de algo.

No todo va a ser la noche, que ha empezado la temporada de marchas populares y ha abierto el fuego la de la asociación contra el cáncer con éxito rotundo de público y presencia creciente de políticos, supongo que porque es año electoral. Hombre, había cinco ediles del Gobierno municipal socialista, incluida la alcaldesa, la subdelegada del Gobierno o el secretario del PSOE, todos colocados en la línea de salida en lugar visible para la foto, aunque la mayoría de ellas abandonaron el paseo al poco de iniciarlo, unas en San Millán, otras en San Lorenzo. Chupó foto de salida también la portavoz de Ciudadanos —esta si acabó el recorrido— y prefirieron permanecer entre la masa el número tres provincial y varios concejales del PP, al igual que los representantes de Centrados en Segovia, que en todos los casos completaron los cinco kilómetros ajenos a los objetivos de los fotógrafos. Ya las conclusiones, a su criterio.

El último cirio de la semana ha estado precisamente en las iglesias donde se despedían a los curas afectados por la movilidad decretada desde el Obispado. Llenos totales en iglesias, emocionados adioses y algunas quejas. Y el Obispo, erre que erre, que lo importante no es el pastor sino el mensaje… Doctores tiene la iglesia, oiga.

Le dejo que me tengo que preparar para el Hay Festival —aquí también tengo que estudiar, que en trece años no le he cogido el aire al asunto— que hoy hay fiesta de inauguración bajo el montaje escultórico que evoca la puerta de San Martín donde la alcaldesa recibirá a los festivales en plan de “este es mi pueblo y aquí se juran fueros”, con dulzaina y tamboril y todo…

Vale. Mientras no venga Odriozola y lo tire todo…

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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