Como cada primavera ha llegado el momento de abrir el telón para que comience Titirimundi. Entre las novedades de este año se encuentra el formato de la presentación. Si en otras ocasiones consistía en un espectáculo completo, este año será una Gala compuesta por fragmentos de tres espectáculos diferentes que representan “donde se sitúan, de manera muy gráfica, las artes de la marioneta, del teatro de títeres”, acompañado por el pregón de Kiko Cadaval.
Después “el fluir de los acontecimientos”. En los próximos días serán alrededor de 250 espectáculos diferentes los que recorran e inunden las calles y plazas de Segovia (patios, Iglesias, teatros…), la invasión de la fantasía.
Entre las obras que se representan encontramos algunas especialmente dirigidas al público adulto como “La filosofía del tocador”, una versión del Marques de Sade. También un homenaje a las artes tradicionales de la península ibérica o, una mirada especial del teatro de marionetas que se hace en Rusia pues, en opinión del Director de Titirimundi, Julio Michel, es donde más se ha cultivado en el mundo en el último siglo.
Los recortes que el Festival está sufriendo este año hacen que la organización se haya visto “muy mal para cerrar el Festival y, es más, lo hemos cerrado sabiendo que tenemos un déficit pero, es el compromiso moral y ético que tenemos como compañeros de artistas, debemos cumplir con los compromisos adquiridos hace un año aunque hace unos meses un patrocinador o dos de haya descolgado del Festival”, en sus palabras, Julio Michel, no disimula el reproche “a un Banco le hubiera costado mucho menos cumplir con esa ética, les estamos dando una lección”.
A estas alturas, Titirimundi no ha recibido ni explicaciones ni mayores apoyos de los que ya estuvieran previstos. Les gustaría contar con más apoyos de la ciudadanía como el ejemplo presentado por los comerciantes del Mercado de la Albuera que, como ya sabemos, han decidido patrocinar una representación o, de la Administración, sobre todo en forma de convenios para asegurar las cantidades con las que cuentan y no estar siempre en la “cuerda floja”-.
Las entradas están prácticamente vendidas (un 90%) y eso quiere decir que el público sigue apoyando a Titirimundi y, como en las ediciones anteriores, siguen viniendo personas de toda España y de todo el mundo (tienen un voluntario de Australia)
Pequeños ejemplos para un gran Festival que, pese a todo, sigue abriendo su puerta entre la ilusión y la impaciencia de cientos de personas de aquí y de fuera aun cuando hay quienes se empeñan, retirando la ayuda, en que chirríen las bisagras.
Nota: Julio Michel olvidó llevar la docena de huevos al Convento de Santa Clara. Por si sirve de algo, ya saben.
Programa Titirimundi
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