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Lío en el campus: De Vicente se pasa tres pueblos

Imagino que a los periodistas se les formó un “glups” en la garganta. Declaración institucional del presidente de la Diputación rodeado de todo su equipo de Gobierno, también la de Ciudadanos, Noemí Otero. Nunca antes se había visto algo igual. Miguel Ángel de Vicente en el atril y los diputados sentados atrás con gesto solemne. ¿Nos ha invadido la provincia de Soria? ¿Golpe independentista en El Carracillo? ¿Los restos del Caudillo se sumergirán en El Pontón? No vive uno para sustos…

Al final, casi resultaba reconfortante que el trasunto de tanta sobreactuación fuera replicar al vicerrector de la UVa en su demanda de dinero provincial para la Alma Mater. La película empieza el martes, en razón de los óptimos datos de matriculación el vicerrector, Agustín García Matilla, da una rueda de prensa (por cierto, caótica) y entre medalla y medalla lanza un aviso a la Diputación: es tiempo de mojarse con la UVa, ahí tienes la Diputación de Soria, que aporta 200.000€ al campus soriano.

De Vicente arropado por su Gobierno durante su comparecencia.

A los periodistas nos pareció de lo más normal, y además llueve sobre mojado, ya lleva unos meses Matilla con la copla. Es como cuando Sheila Cremaschi se queja de que lleva 10 años con el mismo presupuesto, o cuando el Monteresma reclama más pasta al alcalde de Palazuelos. Es lo de siempre, más en tiempos de campaña en que parece que los políticos dirán a todo que sí. De modo que cuando leí las declaraciones de De Vicente, que “por ahí no”, acusando a Matilla de practicar el desgaste político desde la institución, y hasta recriminarle que los hijos de los profes estudian gratis o medio gratis, no daba crédito. Me parecía sobreactuado, de presidente de la Diputación novato, lo que es del todo extraño en un tipo tan fogueado como el alcalde de Collado. Con tamaña sobre-reacción, De Vicente abre la puerta a que el PSOE vaya ahora de bueno y prometa que si, que además de la eterna juventud  y un Lamborghini gratis para cada segoviano, además, además, regará en oro el campus Zambrano (cuando es la Junta la que ha aportado millón sobre millón para el dichoso campus).

Lo normal en estos casos viene siendo una reunión y dar largas cambiadas al vicerrector en la discreción del despacho presidencial. Que luego Matilla llore amarga y públicamente su desconsuelo, bueno, entra en el guión.

Así que no sé muy bien como interpretar toda esta mascarada. En ambientes del PP Matilla tiene fama de “progre”, de “criptosocialista” o aún peor “pseudo podemita”. Yo que he tenido a Matilla de jefe 9 años ya les digo que de Vox no es. Tiene afinidad con el microcosmos cultural de Clara Luquero, lo cual tiene bastante sentido. Después de todo, para un catedrático de comunicación audiovisual una ciudad que te monta el Mujeres, el 3DWire, el Hay, la Muces y demás es un punto a favor. Eso no quiere decir que Matilla no sepa dónde está, encuadrado en una institución que vive de la Junta, dominada desde hace décadas por el PP. Yo diría que Matilla sabe muy bien dónde está.  Con dilatada experiencia en el complejo mundo de las cátedras, siempre ha tenido mucho cuidado en salvaguardar la institución y evitar fregados. Además, y de eso doy yo fe, y a diferencia de lo que pasa en otras facultades, en la suya encontrarás a profesores de todo. Oí montones de cosas en el tiempo que estuve de profesor, pero ninguna de ellas relacionada con que en el contrato de tal profesor pesara su vinculación político con estos o los otros. Y ojo, que no siempre es así, que basta darse un garbeo por la Juan Carlos I o por los departamentos de tantas y tantas facultades donde el sectarismo está a la orden del día.

García Matilla en la conferencia en la que reclamó el acuerdo con Diputación.

A menudo ocurre que se ven fantasmas donde no los hay. Pienso que De Vicente ha errado la dimensión del objetivo, ha querido atajar por lo sano lo que él ve erróneamente como un movimiento electoralista de la competencia. Y se ha pasado tres pueblos con un surtido de declaraciones extemporáneas, como si hubiera cuentas pendientes.

Hablando de eso, previo a una rueda de prensa por el convenio con el Balonmano Nava, le pregunto a Matilla si ha tenido recientemente una pechera con Miguel Ángel de Vicente, una colisión en una rotonda, que sé yo.  Me dice que no. Que lo único que hay es una carta sin respuesta que data del mes de julio. Ya ante los medios, Matilla inteligentemente rehuye entrar al trapo y deriva al rector la oportuna respuesta. “No vamos a entrar en ninguna dinámica de hostilidad que pueda perjudicar a las instituciones. No tenemos que demostrar nuestra imparcialidad y nuestro compromiso con el conjunto de la sociedad. Los hechos lo demuestran”, lee el vicerrector.

Yo creo que pedir dineros a las administraciones, ya sea para investigación, para becas, para lo que sea, entra dentro del papel de un vicerrector. Del mismo modo que trabajo de De Vicente será decirle lo que hay y lo que no hay y recordar al pedigüeño que, efectivamente, una administración no es un banco. No entiendo al presidente de la Diputación en esta salida de pata de banco, con sus diputados detrás, como para dar más bola a un asunto que no la tiene. Francamente, huele a ajuste de cuentas con “demonios interiores”. Hágaselo mirar el señor presidente.

Acaso donde pincha en hueso Matilla es en su equiparación con IE University. Lo lanzó varias veces durante la rueda de prensa, que si la UVa dobla en alumnos al IE, que si los privados viven en un campus “regalado” por la Diputación. Ahí se equivoca el catedrático. La cesión del campus de Santa Cruz fue una magnífica labor de la Diputación, altamente rentable para la casa. Ceder por 50 años (creo) un casoplón hecho migas para que primero la SEK y luego el IE lo mantengan primorosamente suponen cientos de miles de ahorro para la Diputación de Segovia. Pero luego está el asunto de las becas. IE concede como “alquiler” 50 becas al año, cuyo valor en costes de matriculación se acerca al millón de euros. El negocio que mueve el IE en Segovia ni les cuento.  Comparable plenamente como el que pueda mover la universidad pública y sin costar un duro al contribuyente. Ya que hablamos de todo, caso bien distinto de la cesión a la privada gratis et amore de todo un edificio de titularidad municipal en la Casa de la Moneda, o los coqueteos de Luquero con universidades de Madrid, ergo de la competencia, para lanzar promesas electorales en campaña…

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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7 Comments

  1. ¿Qué esperaba usted de De Vixcente? Por muchos años que pases estudiando leyes, al final: quod natura non dat, Salmantica non præstat… o la UNED

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  2. Nefasto ejemplo de arrogancia de un presidente de Diputación con un vicerrector universitario. Ni moderación, ni diálogo, ni educación. Sólo le ha faltado rematar la rueda de prensa con la frase: “Muera la inteligencia, viva la muerte”.

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  3. No es suficiente los impuestos que pagamos para mantener la UVA y demás universidades?
    Porque de ese tren me baje hace mucho tiempo.
    Bien por el sr. presidente .

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    • Así le va a su pensamiento, voxciferando, como el susodicho

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  4. Pues sin ser para nada simpatizante de De Vicente creo que tiene más razón que un santo en este tema

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  5. Coincidimos en el diagnóstico Sr. Besa, lo exponía de forma similar yo ayer. Ambos han cometido errores de principiante o de arrogante, deberían usar mejor sus alocuciones públicas.
    Matilla, eterno candidato a Rector, se equivocó al exigir mediante comparación (Soria / IE) cual político de la oposición, sin reparar que De Vicente estrena el cargo y la mejor estrategia inicial es la concordia institucional.
    De Vicente simplemente disparó cañonazos a la pulga.
    Cierto es lo que usted desgrana sobre el convenio DS-IE y los magros rendimientos para la provincia, y muy especialmente para la ciudad ( donde está LUQUERO???), Matilla debería haberlo sopesado antes de írsele la boca.
    Y el PSOE, calladito… con la Pikante!!

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  6. El catedrático se intentó aprovechar de forma zafia del político y el político se revolvió a mordiscos.

    Ambos tienen aún mucho que aprender.

    Coman un día juntos, que no pagan ustedes y redacten de nuevo sus errados discursos.

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