Las pseudo terapias, a debate en Segovia

Posted By Redacción on 26, May, 2018

Mones, Guilabert y Fernández.

Sigue su curso el V Congreso Nacional de Deontología Médica en IE University. Esta vez con un plato fuerte, la mesa de debate presidida por el presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, y que trató de encarrilar un debate candente en actual la ética médica: ¿Qué hacemos con pseudoterapias como la acupuntura, la medicina natural, la reflexoterapia, la acupresión, la medicina herbal, el método Hamer o, cómo no, la tan polémica homeopatía?

Al respecto, y dejando meridianamente claro que son disciplinas sin base científica, en el debate pudieron visualizarse dos posturas. El doctor Jerónimo Fernández es una de las voces más críticas con este tipo de terapias, cuya actualidad, considera “está llena de afonías, de verdades a medias, de pseudoverdades y de paradojas”. El doctor Fernández hacía referencia al Código Deontológico al comienzo de su intervención y afirmaba que “el código que nos hemos dado es éste y éstas son las normas que hemos consensuado entre todos”, por lo que desestimaba en estos momentos toda opción de cooperación con las pseudoterapias.

Una cooperación que, hasta cierto punto, defendía Joan Monés. Pues si bien es cierto que es difícil “aceptar las posibilidades terapéuticas de sustancias diluidas a niveles infinitestimales (en referencia a la homeopatía)”, y que es deber del médico informar al paciente de que tales terapias no tienen base científica, también lo es que existe un efecto placebo, que hace que el enfermo esté predispuesta aceptar tales pseudoterapias. En este sentido Monés defendía diferenciar entre los conceptos de ‘procedimientos alternativos y procedimientos complementarios’.

Jerónimo Fernández,  coordinador del Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias de la OMC,  replicaba que “hay que aceptar y asumir que hay una irrupción de disciplinas o prácticas que para la mayoría del mundo científico estaban ocultas, que están derivando también en el intrusismo” y concluía su intervención afirmando que “ningún sanitario debería ofrecer prácticas de este tipo; tenemos que cuidar nuestras corporaciones, nuestras normas,  para no poner nuestra profesión en riesgo”, reivindicando lo que probablemente es la base del problema: “hay que educar a la sociedad en la ciencia y la eficacia del método científico en la medicina”

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