Tres años después de publicarse el artículo que hemos comentado en la entrada anterior (enlace arriba), en 1919, el Anuario del Club Alpino Español, pionero en todo lo relacionado con la sierra, publica un texto dedicado a la vía férrea proyectada por el Sindicato de Iniciativas del Guadarrama.
En su exposición se podía leer que, si bien, diez años atrás la Sierra de Guadarrama era tan desconocida como los Andes, empezaba a ser paseo dominguero de la juventud cortesana.
El proyecto, sin pretender ni con mucho llegar al sibaritismo de colocar al personal en la cumbre’, quería dejar más cerca al excursionismo de altura.
Evitando de este modo los grandes desplazamientos y la pérdida de días que suponía acceder a la base de partida.
El montañero podría disfrutar de más tiempo para realizar sus trepadas y el tranquilo turista gozaría, en verano, de la agradable temperatura de las alturas o entretenerse contemplando las proezas y golpes de los patinadores de invierno.
Además habría más posibilidades de realizar agradables excursiones hacia Valsaín, La Granja, Siete Picos, Peñalara, las Guarramas o El Paular-Rascafría…
A los promotores de la línea ferroviaria les guiaba, en parte, un altruista pensamiento conservacionista desaparecerá el tránsito de peatones y caballerías… hoy intransitable, haciéndose accesible a todo el mundo sin distinción de sexo ni edades.
La línea de Madrid a Segovia por Villalba.
Hasta la inauguración del ramal proyectado hacia el puerto de Navacerrada, la famosa línea, de los Caminos de Hierro del Norte de España,dejaba a los montañeros y turistas en general, como ya sabemos, en Cercedilla (Ver Nota 1).
Desde esta población, unos y otros se buscaban la vida para acceder más arriba.
Los unos, cargando sus pesadas mochilas o los esquís; los otros sufriendo a lomos de algún ‘blas’ un tanto arisco.
El interesante folleto de propaganda de la temporada 1914-1915, editado por los Caminos de Hierro del Norte de España, nos dan una idea del auge que el ferrocarril tomaba en el desplazamiento de masas (la prensa local segoviana se hizo eco de la iniciativa, como ‘tren de los alpinistas’).
Centrándonos en el recorrido serrano de Villalba a Segovia, podemos leer:
Kilómetro 5. Mata Espesa de Alpedrete (apeadero).
Km. 11. Collado Mediano la línea contornea los cerros del Castillo y de las Golondrinas, atravesándolos con dos túneles.
Km. 15. Los Molinos Guadarrama (apeadero). Al pie del puerto de Guadarrama y en el cruce de las carreteras de Madrid a Coruña y de Torrelaguna a El Escorial.
Km.- 20. Cercedilla. Pintoresca villa de 1.400 habitantes, situada a 1154 metros sobre el nivel del mar.
Km. 33. San Rafael (apeadero).
Km. 36. El Espinar. Villa de 2200 habitantes, en una pequeña colina en figura de anfiteatro y muy próxima a la desembocadura de las montañas llamadas Bocas del Infierno. Su Iglesia de San Eutropio es muy notable y tiene buenas pinturas. Todos estos sitios son en extremo pintorescos por hallarse situados en pleno Guadarrama. Inmediatas a sus estaciones se levantan bonitas fincas de recreo que constituyen elegantes colonias concurridísimas en el verano. La proximidad y belleza de la sierra y las facilidades y comodidades que ofrece el ferrocarril, van despertando en los madrileños la afición a los deportes alpinistas.
Km. 44. Otero de Herreros.
Km. 53. La Losa-Navas de Riofrío. Muy próximo se levanta el palacio de Riofrío, construido por Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V, en medio de un bosque de 14 kilómetros de perímetro.
Km. 63. Segovia. Ciudad de 15000 habitantes, situada sobre una roca de 100 metros de altura y rodeada de un ameno valle que bañan el río Eresma al Norte y el arroyo Clamores al Sur. Maravilloso Acueducto romano que data del reinado de Augusto, magnífica Catedral de estilo gótico, soberbio Alcázar de arquitectura arábiga, contruido por Alfonso VI, conventos de Jerónimos del Parral y Santa Cruz, Iglesias del Corpus Christi y de la Vera Cruz, casa de los Picos y del comunero Juan Bravo. A 11 kilómetros de Segovia se halla el Real Sitio de San Ildefonso o La Granja, muy frecuentado en el estío por la frescura de su clima, la hermosura de sus paisajes y el poderoso atractivo de sus incomparables jardines y fuentes. Un cómodo servicio de correspondencia por carretera, establecido por la Compañía del Norte, conduce de Segovia a La Granja
El tren Blanco.
Muchos montañeros conocíamos con el nombre de ‘el blanco’ al tren eléctrico del Guadarrama.
Desplazados a Cercedilla, desde Segovia o Madrid, hacíamos trasbordo para llegar al puerto de Navacerrada o a alguno de los apeaderos del recorrido.
O bien, ya en los sesenta, saltando la raya provincial que nos adentra en el término municipal del Real Sitio de San Ildefonso, llegarnos al puerto de los Cotos; ahorrándonos unos cuantos kilómetros por la Loma del Noruego o el duro asfalto de la carretera para ascender al coloso de la Sierra de Guadarrama: el pico de Peñalara.
La línea del ‘eléctrico’ fue inaugurada, con el mayor protocolo, por el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia, en el verano de 1923.
Aunque en un primer momento pensaban extender ramales a distintos puntos (La Granja o El Paular-Rascafría camino de la línea de Irún…), no fue hasta cuatro décadas más tarde, en 1964, cuando, por fin, se amplía hasta el puerto de los Cotos; ahí quedó (Ver Nota 2).
La loable intención, del Sindicato de Iniciativas del Guadarrama, de ampliar la línea con nuevos trazados no contaba con el rédito que dejaría en las arcas del Estado, el auge especulador de los carburantes y la generación de ingresos que supondrían las nuevas ‘caballerías’ de cuatro ruedas en distintos negocios.
La revista francesa La Vie du Rail, de ediciones N. M., de París, en su nº 1074, publicado el 11 de diciembre de 1966, dedica la portada a La Ligne Touristique de la Sierra de Guadarrama.
En el interior de la revista un artículo, con el mismo título que el encabezamiento de la portada, refleja un amplio reportaje fotográfico del trazado con especificaciones técnicas del recorrido y su funcionamiento y hace referencia a las ampliaciones previstas de la línea, comentadas en esta entrada.
En concreto en el apartado de Trace et projets d’extension comenta que fue una línea independiente para pasajeros gestionada por una compañía independiente… para finalizar indicando:
[…] De los Cotos, la ligne doit, dans l’avenir, être prolongée d’un evingtaine de kilomètres por rejoindre la nouvelle ligne en construction par la R.E.N.F.E. de Madrid vers Irun par Burgos.
(Desde los Cotos, la línea debe, en el futuro, extenderse unos veinte kilómetros para unirse a la nueva línea en construcción por R.E.N.F.E. de Madrid a Irún por Burgos)
Si tenemos en cuenta que, algunos fines de semana, a principios de los años cincuenta del pasado siglo, se contaban hasta 130 autobuses y más de 7.800 autos en el puerto de Navacerrada, los 18 kilómetros 169 metros (en esos años alguno menos, sólo se llegaba hasta el puerto de Navacerrada) que se recorrían, y aún podemos recorrer, entre Cercedilla y Cotos eran, y son, un privilegio.
Hoy día, no son menos los atascos y cortes de tráfico que se sufre en algunos puentes y fiestas de guardar, en la zona de Navacerrada-La Granja.
Por ello recordemos que, por un ancho de vía de un metro, al vaivén y traqueteo de unos vagones que permiten bajar las ventanillas y rememorar los nombres de sus apeaderos, podemos seguir disfrutando de un paseo sin tráfico rodado.
Las Heras, la colonia de Camorritos y Siete Picos, al amparo de su hoya. Ya, en el pinar de Valsaín, El Berracón-Dos Castillas y Vaquerizas, evocadores nombres que resuenan al paso de nuestro ‘tren blanco’ por este indudable balcón del Guadarrama que nos trae a la memoria la poesía del mismo título de Rafael Alberti:
[…] la luz va resbalando,
sola por el ventisquero.
La luciérnaga del tren
horada el desfiladero […]
Terminamos con Antonio Machado, que llegó a Segovia en 1919 y, durante su estancia en la ciudad hasta 1932, usó el ferrocarril semanalmente para ir a Madrid.
Hoy seguramente seguiría usándolo; eso sí, en turista y con abono:
Cada sábado, el poeta dejaba Segovia, para regresar los lunes. Llegaba a la estación, a veces después de larga caminata, rodeado de sus amigos, que lo empujaban al destartalado vagón de tercera del tren de la tarde que bajaba a Madrid. Durante una gran parte del año se repetía esta escena cada semana.
El tren es un referente para Machado. El medio de transporte más adecuado a su torpe aliño indumentario en los vagones de tercera.
Corre el tren
por sus brillantes rieles
devorando matorrales.
La luz en el techo brilla
De mi vagón de tercera […]
Para saber más sobre esta línea, recomendamos el libro: ‘El ferrocarril eléctrico del Guadarrama’, de Javier Aranguren. Madrid, 1987
4 marzo, 2018
Cosas curiosas aparecen en el primer mapa, los Sanatorios de La Fuenfría y de Guadarrama, Campamento de Exploradores…
De los Sanatorios hay historias muy muy interesantes…
En ese tren hemos subido más de uno a Navacerrada y Cotos desde Segovia siendo pequeños.
4 marzo, 2018
Es un mapa de principios del siglo pasado, puedes comprobar que también aparece referencia al Refugio del CAE ‘Siete Picos’ del que hemos comentado en una entrada anterior: https://www.acueducto2.com/refugios-xii-siete-picos-y-el-club-alpino-espanol-1/57157
Un saludo Alberto y las gracias por atender estas notas.
4 marzo, 2018
Una entrada llena de datos interesantísimos sobre realidades y proyectos, documentados como todos tus trabajos. Gracias Pedro por esas informaciones.
4 marzo, 2018
Gracias Juanmanuel por se fiel lector y atender las entradas. Saludos, JP
11 julio, 2018
Estimado Juan Pedro Velasco.
Excelente artículo, sin embargo la fotografía con el píe de página: “el ‘tren blanco’ de Cercedilla al pto. de Navacerrada”, se trata en realidad de una instantánea del fotógrafo Albert Steiner y de una unidad motriz del ferrocarril de vía estrecha conocido como Berninabahn, cerca de Saint Moritz en Suiza.
Cordialmente
11 julio, 2018
Gracias Iñaki, curiosa advertencia. Miraré los archivos. Y comentaré el asunto en cuanto tenga a mano los documentos. Saludos, JP
11 julio, 2018
Ante todo Iñaki, nuevamente darte las gracias por la información. El error, cometido en otras publicaciones de la misma imagen, se ha producido por estar incluida en una serie de tarjetas postales, de las primeras décadas del siglo pasado, editadas por ‘Hauser y Menet’ para el primitivo ‘Hotel Arias’ de Cercedilla (Madrid).
El título versa: “Puerto de Navacerrada (1800 m altitud)”.
Te agradezco sinceramente la corrección y, por supuesto, aunque en las ya publicadas es imposible su corrección (sí en esta entrada), en el futuro lo tendré en cuenta. Saludos, JP
11 julio, 2018
De nada Juan Pedro, encantado de ayudar a que el contenido sea lo mas fidedigno posible.
Si, lo se, he visto esa postal reproducida una y otra vez como correspondiente al ferrocarril de Cercedilla. La verdad es que son “primos-hermanos”, pero no se trata exactamente del mismo modelo. Aqui tienes un amplio articulo en aleman, que incluye el original de la foto en cuestion https://www.berninabahn.ch/fahrpl%C3%A4ne-brosch%C3%BCren/plakate-der-berninabahn/
Un saludo
19 junio, 2023
Hola Juan Pedro
necesito contactar contigo para ver si puedo utilizar alguna imagen para una reviata sin ánimo de lucro.