La plaza Oriental estará en obras en torno a un mes para realizar obras de parcheo de los baches que presenta en distintos puntos para cuyo arreglo “no se podía esperar más”, en palabras de la concejala, Paloma Maroto, que lanzó un “mensaje fundamental” a los segovianos: “Tengan paciencia”.
Es para ello. Habrá molestias para la circulación en ese “nudo central de comunicación”, como lo calificó la alcaldesa, Clara Luquero, por la obvia reducción de espacios en ese espacio para los vehículos, pero también generará repercusiones en otros puntos de la ciudad como Vía Roma y San Gabriel, donde se espera que se multiplique el volumen de tráfico y en consecuencia, en el resto de las calles de Segovia.
La obra “que ya no podía esperar más” trata de corregir los baches y deformaciones formados en toda la plaza, aunque se trata de actuaciones puntuales a partir de una inversión pequeña, de 54.000 euros, en una zona en la que “ya no se podía circular”, de acuerdo con Luquero que matizó que no están relacionadas con los proyectos de alejamiento del tráfico del Acueducto, con las que si se prevé una remodelación de la zona o con las de renovación integral de la cuesta de San Juan que “es la siguiente” y se pretende comenzar a finales de año con un presupuesto de 500.000 euros en dos anualidades.
La actuación que se inicia ahora está prevista en tres fases. La que se ha iniciado este 26 de septiembre, justo en el perímetro exterior de la rotonda central, que durará 15 días. “Se hace esta parte primero para que el cemento pueda fraguar cuanto más tiempo mejor”, de acuerdo con Maroto. La segunda fase, inmediatamente posterior, se centra en los baches existentes en la desembocadura de Padre Claret y Vía Roma. En esa curva las previsiones de obra son de diez días. La última fase afecta a la zona de delante de la isleta en la que desemboca el Paseo de Santo Domingo de Guzmán y en este caso se han fijado diez días para su terminación.
Para la realización de los trabajos, el Ayuntamiento ha recurrido a una familia de operarios —los Barreno— a los que durante décadas se les han encargado las actuaciones de adoquinado en la ciudad por su especialización y la durabilidad de los trabajos. De hecho, el ingeniero municipal, Juan Carlos Pinillos, aseguró que estas obras —se levanta el adoquinado y su base de cemento para hacerla nueva en zonas puntuales— se hacen pensando en una durabilidad de unos 25 años aunque acto seguido matizó que “al tratarse de parches, lo que está al lado seguirá mal y puede que los baches se reproduzcan allí”.
Autobuses pegados al Acueducto.
La realización de los trabajos en la plaza Oriental han llevado al Ayuntamiento a decidir trasladar las paradas de los autobuses urbanos desde su ubicación actual a la línea de hitos de granito, justo delante del Acueducto, una medida que parece contradictoria respecto a los deseos de ampliar la protección del monumento, precisamente para alejar de él los vehículos.
“Es la solución que nos ha parecido mejor”, explicaron las responsables municipales que aseguran haber “dado muchas vueltas” al lugar en el que colocar provisionalmente la parada de autobuses descartando, entre otras posibilidades, que esa parada se llevara a Vía Roma o Padre Claret. Tanto Luquero como Maroto recalcaron que esa ubicación es provisional y “todos nos quedaremos muy a gusto cuando se marchen las máquinas”, mientras que se mantiene la idea de remodelar los espacios destinados a la circulación para ampliar la zona libre de tráfico en torno al Acueducto.
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