Detalle de un inhibidor en un coche.
La Guardia Civil ha emitido un comunicado a través del cual recomienda la instalación en los coches de inhibidores de ultrasonidos con los que se trata de reducir los accidentes de circulación con animales en las carreteras, aunque la efectividad de los aparatos es solamente “aparente”.
Los siniestros causados por animales “rondan el 40 por ciento” del total de los que se producen en la provincia de Segovia, siempre de acuerdo con la nota remitida desde la Subdelegación del Gobierno que apunta a las carreteras secundarias como el principal escenario, pero también a las principales en horarios y tramos de visibilidad reducida.
En la nota se advierte que el sistema “aparenta ser efectivo” después de que la propia Agrupación de Tráfico instalara los aparatos inhibidores en sus vehículos oficiales hace dos años, periodo en el que “se ha constatado un único accidente de circulación producido por la incursión inesperada de animales en la vía”. La nota de recomendación concluye remitiendo a los conductores a adquirir los aparatos, de pequeño tamaño y que se instalan en la parte delantera de los vehículos, a través de internet o en establecimientos de venta de repuestos de automóviles. Los precios oscilan entre los 4 y los 30 euros, aproximadamente.
El mismo sistema ha sido puesto a prueba en los últimos años por diferentes servicios de emergencias y policiales en varias provincias con los mismos resultados de “aparente efectividad”.
3 noviembre, 2018
Aparente?
Y eso qué significa?
Que estos inhibidores funcionan, que no funcionan o que tal vez funcionen?
3 noviembre, 2018
ni… sí, ni… no, ni todo lo contrario, Jose. ¡Jo! parece que sigue el gallego gobernando 😉
3 noviembre, 2018
Es para mondarse de la risa con lo de la “aparente efectividad”
Eso sí que es precisión informativa, con rigor científico. Para descojonarse.
3 noviembre, 2018
Cuando corzos y jabalís se den cuenta de que la efectividad del aparatito es sólo aparente no se va a apartar de la carretera ni uno.
Así podían ser también los radares, de efectividad aparente nada más (es broma)