Un grupo de voluntarios con lazos morados como distintivo “patrullarán” las calles de San Lorenzo durante las jornadas festivas en el barrio, entre el 6 y el 12 de agosto, con el fin de informar y sensibilizar a los participantes contra actos machistas y violencia de género, manteniendo así una actividad que se está haciendo común en las fiestas populares de todo el país siguiendo la estela iniciada por Pamplona en sus fiestas de San Fermín tratando de erradicar definitivamente episodios de agresión de cualquier tipo a las mujeres.
Espectáculo de recortes en San Lorenzo.
Es una de las medidas acordadas este 20 de julio por los responsables de las fuerzas policiales (Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local) que han participado en la Junta de Seguridad celebrada bajo presidencia de la subdelegada del Gobierno en Segovia, Lirio Martín para concretar el dispositivo de seguridad que se desplegará en la que es una de las principales citas del calendario festivo anual de la ciudad con la participación de miles de personas.
Los participantes en la reunión subrayaron igualmente la importancia que tendrá para el desarrollo sin incidentes de las fiestas la colaboración de la comisión de festejos y los peñistas del barrio.
La vigilancia policial será especialmente intensa en verbenas y encierros, los actos que más personas concentran aunque la presencia de agentes será constante en las calles del barrio en las que se prohibirá a las personas portar botellas, vasos de vidrio e incluso latas de refresco, mientras que se instará a los establecimientos hosteleros que proporcionen vasos de plástico a sus clientes.
Del mismo modo, tanto la Guardia Civil como la Policía Local han anunciado que en esas fechas se instalarán controles de alcohol y drogas, tanto en las entradas a la ciudad como en el casco urbano con la intención de disuadir a los conductores para que no utilicen sus coches si han consumido alguna de esas sustancias.
21 julio, 2018
No vendrían mal, también, unos cuantos voluntarios contra la mala educación de música a tope decibelios 24 horas (lo cúal no me importa, siempre y cuando sea para ellos solos y no para todos los vecinos, independiente de la hora de trabajo, y, de paso, para toda una ciudad donde se escucha por la relente que sube del valle); otros voluntarios para borracheras comatosas incontroladas de críos ¿sin padros y padras y padres o madros y madras y madres?; y, de paso algún estilista para los trajes circenses y las revoladas fuera de su barriada hacia otros espacios de la ciudad a cualquier hora del día y a grito pelao. ¿Me he pasado? Compruébenlo.
21 julio, 2018
Cuanta tontería, Dios mío. ¿Y que tamaño tendrá el lacito?