Posted By Luis Besa on 29, Mar, 2019

Juan Ángel Ruiz, de Centrados.

Un pleno realmente raro. “Es una cacicada, una prueba más de clientelismo del PP para beneficiar a sus alcaldes en año electoral”, explicaba el diputado provincial de Centrados, Juan Ángel Ruiz. La víspera del pleno de la corporación provincial, el magenta convocó rueda de prensa para cargar contra la distribución de los remanentes de la Diputación de Segovia, que, como publicó acueducto2.com, en lo tocante a transferencias a ayuntamientos priman descaradamente a los municipios con alcaldes del PP.

El principal punto del orden del día era la dación de cuentas por el cierre presupuestario de 2018, así como la propuesta para la distribución de 3.035.000€ de remanentes. Como informó el interventor, la saneada situación financiera de la casa, con un ratio de endeudamiento por debajo del 26% (los problemas empiezan a partir del 75%) permiten cumplir con la ley de Estabilidad Presupuestaria y, además de amortizar deuda (1,1M€), destinar los sobrantes de anteriores ejercicios a “inversiones financieramente sostenibles”.  Estos se dividen en cerca de 600.000€ que se destinarán a carreteras, y básicamente a financiar los 500.000€ que cuesta arreglar el controvertido Puente de Bernardos,  en tanto lo restante va para financiar programas culturales, hacer frente a convenios (Museo Esteban Vicente, Tenis de El Espinar, Huercasa Country, Centro Nacional del Vidrio), compra y mejora de equipos para la propia Diputación y, finalmente, un paquete de 600.000€ destinado a subvencionar obras en un selecto grupo de pueblos. En realidad son 15 pueblos, de los que 14 están en manos del PP o independientes próximos al PP. Solo uno es socialista.

Se barruntaba batalla. Juan Ángel Ruiz había anunciado su voto en contra, también, por el carácter nominativo, o sea, a la libre elección del equipo de Gobiern, de estas ayudas. Como se sabe, el grueso de ayudas para inversiones en los pueblos está desde 2018 sujeto a parámetros de distribución, es el PAIM, (Plan de Ayudas para Inversiones Municipales), herramienta que venía a poner transparencia a la asignación de fondos a los pueblos.  Sostiene Ruiz “que ciertamente nos avisaron que continuaría habiendo ayudas nominativas, que estas no se podían suprimir para atender a posibles casos de incendios o situaciones catastróficas”. Pero lo que hay no tiene nada que ver con “situaciones de emergencia”. Son obras como terminar polidportivos, pavimentaciones, ferias como las del tomate de Martín Muñoz…

A la entrada del pleno y ante la prensa, el portavoz del PP, José Luis Sanz Merino, se defendía arguyendo frente a las críticas de Ruiz que, bueno, las matemáticas son así. “Como la mayoría de alcaldía son del PP resulta inevitable que tenga más municipios beneficiados”, señalaba, pasando por alto que la relación de municipios del PP versus del PSOE es de 3 a 1, y no de 15 a 1.  Además, añadía que también beneficia a municipios socialistas, en referencia a Cabezuela, pero también a las ayudas destinadas al Huercasa Country, en Riaza, o a atender la parte que toca en el granjeño Centro Nacional del Vidrio. Es lo que se llama dar una larga cambiada. Tanto las ayudas a Riaza como a La Granja o El Espinar son compromisos anuales adquiridos por la Diputación y destinados, no a los ayuntamientos, sino a eventos que acaecen en sus municipios. Sanz Merino explicó que eran “inversiones singulares”, y atendiendo pues a su singularidad, al parecer, han sido singularmente subvencionadas. Y fin.

Llega el debate. Ruiz anuncia que vota que no pero se abstiene de hacer uso de la palabra y el PSOE lo mismo (de María Cuesta, de Espirdo, y a todos los efectos ya en la bancada popular, no se esperaba otra cosa que el sí). Total, aplicación de remanentes aprobada por 11 votos en contra y 14 a favor. Pero ni una explicación. Simplemente no hubo debate a lo largo del pleno, que quedó para la defensa de tres mociones, a cual más intrascendente (una de celebración de los 40 años de democracia municipal, otra de rogar la mejora de ratios enfermeras/pacientes, un plan de ayudas de la competitividad territorial y otro de subvenciones para jóvenes).

¿Qué ha pasado aquí?

“Ha pasado que antes de empezar el pleno Alberto Serna -el portavoz del PSOE- me ha dicho que ellos no pensaban debatir el tema, y yo me he dicho que para ser el único en hablar, pues tampoco es plan”, explicaba o intentaba explicarlo Ruiz. Preguntado el aludido Serna afirmaba que “que son cosas totalmente normales, otras veces votamos en contra pero sin debate”. El del PSOE argumentaba su voto en contra en que “no nos han dejado participar en los proyectos a subvencionar. Lo hubiéramos podido debatir entre todos pero el PP no lo ha querido así”.

Alberto Serna y José Luis Vázquez.

Que justo en año electoral el PSOE renuncie a “montar el pollo” en asunto tan, a priori, jugoso apunta a algún acuerdo  de “no hacernos mucho daño en esto” a resultas de alguna compensación previa. O puede que ante el enrarecido ambiente de la bancada socialista, con Serna condenado al ostracismo por José Luis Aceves y ante los múltiples enigmas que presenta la futura composición del plenario, no estén muy por la labor. La cuestión es que allí nadie dijo ni mú.

Flexibilidad para optar a créditos de la Diputación

Otro punto importante, este aprobado por unanimidad, fue la modificación de las condiciones para beneficiarse de los  préstamos de Cooperación Local de la Diputación. Son fondos de la casa que se prestan  a municipios para acometer inversiones. Así, en 2018 32.000 euros fueron al Ayuntamiento de Aldeasoña que destinó a la rehabilitación de un edificio de usos múltiples y, otro de 25.000€ al de Navas de San Antonio, que empleó en inversiones en alumbrado público. En las ayudas que se vayan a reintegrar en cuatro años la tarifa pasa del 0,70% al 0,20% del capital concedido; en los que se vayan a devolver entre cuatro y seis años, baja del 0,90% al 0,40 % y para los de entre 6 y 10 años se rebaja del 1,20% al 0,60%.

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