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Informe Pisa: No somos zoquetes

Albricias. Ahora resulta que el modelo educativo éramos nosotros. Cada tres años el informe Pisa “mide” las entendederas del alumnado los 72 países (32 de la OCDE, los desarrollados).  Eso ha dado pie a elaborar ránkings de listillos y zoquetes.

En 2003 se inició el estudio y en honor a la verdad Castilla y León siempre ha estado por encima de la media. No España, que en 2003 se marcó un suspenso general. En 2006 todavía fue peor, lejos de progresar adecuadamente, nos íbamos de cabeza al pelotón de los zoquetes. No solo el honor patrio estaba en juego; se recordará que por aquel entonces se debatía si era mejor el enésimo proyecto de reforma educativa (la Logse) impulsado por el PSOE, así que se montó el típico auto de fe. En 2009 España sacó la misma nota que en 2003, empezando ese año una ligera mejora.

Como se evidencia en la gráfica, España se caracteriza por una sorprendente disparidad de resultados entre regiones. Nosotros, los navarros y los madrileños estamos en el cuadro de honor, somo los listillos, los ojitos de la profe. Y ojo al dato, el País Vasco empieza a dar alarmantes síntomas de palurdismo,  no llegan a la media de la UE ni de España, amenazando con formar cuadrilla con los tradicionales pencos del patio, a saber mallorquines, murcianos, extremeños, andaluces, con los canarios como jefes del melonar, que están pidiendo a gritos se les quite el recreo y se les ponga clase los sábados por la mañana (y de paso, el IVA, a ver si espabilan).

pisa2016

Naturalmente, al consejero de Educación de Castilla y León, Fernando Rey, le ha faltado tiempo para salir a los medios explicando que, tanto que si Finlandia, Singapur o Corea, resulta que los nuestros están a la par, siendo de lo más mejor en comprensión lectora y ciencias, si bien en matemáticas, andando también al copo, vamos flojeando. “Un éxito del sistema educativo”, ha dicho. Y bueno, resulta del todo comprensible que tras tanta brasa que si recortes que si caterings, el hombre salga a lucir pechuga.

Tan comprensible que no diremos nada de la regionalización. No se si ven la trampita, en los gráficos Castilla y León se compara con Alemania, como si en Alemania no hubiera también regiones mejores o peores. Puestos a compararse, habría que hacerlo con las diferentes regiones de cada país. Es igual. También ha pasado que, en el extremo opuesto, algún consejero (el de Andalucía) anda diciendo que la culpa del zoquetismo regional es… ¡de Francisco Franco!Dejémoslo. Siempre he pensado que la educación pública en Castilla y León es sorprendentemente buena. Somos pioneros en algunos programas (por ejemplo el bilingüismo, o las clases de refuerzo para alumnos en problemas, que tan buenos resultados han dado). A la vez tenemos docentes que son como apóstoles del conocimiento, y pienso en esos ejemplares maestros de matemáticas que voluntariamente organizan que si olimpiadas, talleres especiales de difusión, y como ellos tantos otros.

En otras regiones la educación es especialmente mala. Los expertos apuntan a varias causas. La principal es el nivel de exigencia en las oposiciones. Tradicionalmente en Castilla ha habido mucho estudiante de magisterio, de donde las oposiciones de nuestra región son especialmente selectivas. Para entendernos, hay que sacar más nota para entrar de docente en Castilla que en Canarias. Se es más selectivo, mejores son los profes. Esto es así. que no quito mérito al señor consejero ni a mis chavales, que a fin de cuentas son los que tendrían que salir en la rueda de prensa. Digo lo que hay. Ser exigente con la calidad docente lejos de ser un demérito es una virtud.

Como que también es muy importante la prevención de guetos. Los pedagogos saben hace mil años que los pobres sacan peores notas. En consecuencia, en las ciudades muy pobladas, muy segmentadas urbanisticamente entre ricos y pobres, los colegios chungos son realmente chungos. Esto ha derivado en un proceso de abandono de la escuela pública por parte de las clases medias. Es cierto que Pisa mide también centros privados, pero claro, un colegio de estos del extrarradio de una gran ciudad, con mucha inmigración, mucha etnia y mucha desestructura (paro), fastidia la media al más pintado. Así que si una muestra estadística acumulas varios de estos centros se sesga. Con independencia del sesgo, este es un tema realmente preocupante: la formación de guetos educativos. Como resulta que a todos los colegios se les trata igual (hay programas punteros, pero no está sistematizado el tema) un colegio público chungo tiene las mismas ratios que uno público pijo. No hay mecanismos de compensación. De donde la calidad educativa se derrumba. Las clases medias desertan de ese centro, sigue el derrumbe. Es un pez que se muerde la cola. Los defensores de la escuela pública tenemos muy claro que una de sus ventajas es la transversalidad social. Por eso tuerzo el morro cada vez que hablan de conciertos educativos. Lamento decirlo pero la escuela concertada (la privada más) carece de sentido y es un cáncer a largo plazo. Es una opinión.

Con todo, hay cuestiones culturales. Una cosa buena de ser una región tirando a conservadora es que se valora más la autoridad y el esfuerzo. También está la estructura económica; es hasta cierto punto normal que territorios turísticos, de sol y playa, tengan un mercado laboral más desestructurado y más socialmente heterogéneo, lo que ayuda a explicar el zoquetismo académico de canarios, mallorquines y Andaluces (¿pero y los extremeños? ¿y los vascos?… Hmmmm).

Por último: desconfíen de los tests. En realidad, es muy difícil valorar un sistema educativo. Corea del Sur siempre saca buenas notas, pero los niveles de depresión y suicidio entre los adolescentes locales son de récord del mundo. En Finlandia, tanto que dicen, la Nokia no vende ni ventiladores. Los brasileños serán los más tontos del planeta, cierto, pero mundialmente conocidos por fiesteros y fornicadores. Que ojo, es la escuela de la vida, no es poca cosa.

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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