Para Miguel Marina, presidente del Sindicato Médico de Segovia, y Enrique Guilabert, presidente del Colegio de Médicos, existen tres cuestiones fundamentales en relación a este asunto; el siempre presente problema de las acumulaciones; la jubilaciones forzadas; y los fallos del sistema informático en Sacyl, que como indica el doctor Marina “han sido un problema de siempre; además de ser nosotros los últimos, no logran implantar programas que sean eficaces”.
La insatisfactoria tarjeta sanitaria
Estos fallos, numerosos también desde la implantación de la receta informática, no hacen más que repercutir en el tiempo final que se dedica al paciente, y que según ambos presidentes, se ha visto mermado en los últimos tiempos. “Lo más importante es la relación médico-paciente”, apunta Guilabert, quien considera que es fundamental establecer vínculos “para poder llegar a un buen diagnóstico; si esta relación se ve perjudicada por cuestiones económicas, los médicos perdemos lo esencial”. El presidente del Colegio de Médicos afirma, además, que lo imprescindible ahora es “recobrar esa ilusión y esa confianza que los pacientes depositaban en sus médicos” y señalando que se está gastando poco en recursos humanos y tecnologías, añade que “un país desarrollado sabe que invirtiendo en Salud, invierte en progreso”.
De la misma opinión se muestra Miguel Marina, quien incide en que “la falta de tiempo va en detrimento de la educación sanitaria”, y destaca una sobrecarga de trabajo dentro de las consultas, además de distintos problemas en atención hospitalaria debido a las plantillas ajustadas.
El vacío que dejan las jubilaciones
El doctor Marina también pone sobre la mesa el tema de las jubilaciones forzadas a los 65; una medida que, según el presidente del Sindicato Médico, está haciendo que estos facultativos sean reemplazados por otros con contrarios precarios y, sobre todo “estén siendo jubilados de manera indiscriminada, sin tener en cuenta que es gente que aporta conocimiento y experiencia, y que hay quienes están en proyectos de investigación y se les ha jubilado a mitad de estudio por el simple hecho de haber cumplido 65 años”. Por su parte, Enrique Guilabert defiende que “cuando hay necesidades asistenciales y tienes profesional cualificado llevando a cabo líneas de investigación, no puedes jubilarlo”, y tanto él como su homólogo en el Sindicato expresan su deseo de que la bolsa de empleo cambie, “ya que en estos momentos el único criterio que existe para contratar, es que alguien se haya apuntado antes o después”.
Sobrecarga de trabajo
Aún teniendo en cuenta estos problemas, el doctor Marina reconoce que “el Hospital General de Segovia es uno de los más valorados en calidad asistencial, principalmente por la gran labor que ejercen los profesionales”, y afirma que el Sindicato está “implicado en mantener la calidad asistencial al ciudadano”. Al igual que el doctor Guilabert, confía en que las cuestiones de las acumulaciones, los contratos precarios, la falta de previsión con las jubilaciones, las sobrecargas de trabajo tanto en las consultas hospitalarias como en los consultorios rurales o los fallos informáticos encuentren pronto una solución y terminen repercutiendo de forma positiva en el tiempo que médicos y pacientes comparten escuchándose y diagnosticando el problema; que, en muchas ocasiones, puede ser mucho más eficaz que la administración de cualquier medicamento.
Nota de prensa difundida por el Colegio de Médicos de Segovia
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