El número 4 de la calle Labradores en pleno barrio del Cristo del Mercado registró el 25 de noviembre un aparatoso incendio sobre las 9 horas a consecuencia del cual las 6 viviendas del inmueble fueron desalojadas, afectando a una decena de vecinos, cinco de los cuales hubieron de ser atendidos en el Hospital de Segovia por intoxicaciones de humo, aunque solo una joven permanece ingresada en observación. Los bomberos municipales movilizaron a dos dotaciones en tanto los servicios sociales procedieron a realojar a dos familias en pisos municipales aunque se prevé que sea solo por una noche. “No se han registrado otros daños que un intenso humo, carbonilla por todos lados, por lo que hay que ventilar a fondo. Lo más probable es que mañana el edificio pueda volver a la normalidad”, explicaba el concejal responsable de Seguridad Ciudadana, Ramón Muñoz-Torrero.
Las causas del incendio están claras. Operarios de calefacción reparaban la caldera de la comunidad cuando las chispas, probablemente de una radial, prendieron el depósito de gasóleo en la planta baja. Felizmente el depósito estaba casi vacío, con lo que el riesgo potencial era limitado, pero al mezclarse con agua generó una intensa nube de humo que envolvió completamente el edificio y obligó a una rápida intervención de los bomberos, que personados en el lugar del siniestro evacuaron a los 8 vecinos que en ese momento se encontraban en sus viviendas cercados por el denso humo.
Dos vecinos pudieron salir por la escala del coche de bomberos, en tanto otros seis fueron extraídos por la escalera del edificio pero utilizando el equipo de protección autónomo para poder respirar. Finalmente, extendiendo espuma, los bomberos han controlado la situación e iniciado la ventilación del edificio tras constatarse que las llamas no habían afectado ni la estructura ni las viviendas de la casa.
“He entrado un momento en la casa con el fuego ya apagado y el humo era insoportable, me he tenido que tomar un vaso de leche nada más salir”, explicaba un testigo. El suceso ha suscitado la lógica alarma entre el vecindario. Se trata de una casa de los años 80, de buen aspecto y nada hacía sospechar el siniestro. “Hemos tenido suerte de que el depósito estaba prácticamente vacío, de lo contrario…”, contaban los vecinos.
Intoxicación en Fuentidueña
La misma mañana del 25 de noviembre se ha registrado un segundo siniestro, esta vez en la localidad de Fuentidueña, cuando un hombre de 65 años ha requerido atención médica por intoxicación al parecer por el humo de la deficiente combustión de una caldera de leña de la vivienda, ubicada en la calle Real de la localidad segoviana.
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