Continúa la resaca del ascenso del equipo de la Gimnástica Segoviana a Segunda B que en este domingo ha llevado a la numerosa comitiva —trasladada en el volquete de un camión de una de las marcas patrocinadoras— a visitar el santuario de la Fuencisla, donde se ha depositado un ramo de flores ante la imagen de la patrona de la ciudad y después, al Ayuntamiento de la capital donde esperaba buena parte de la Corporación y en torno a un centenar de seguidores apostados ante el balcón consistorial.
Estas cosas, se lo atribuyen a Murphy, son como son y si este domingo tenía que descargar un chaparrón de agua solo podía hacerlo a las siete de la tarde, cuando estaba convocado el acto. La torrencial lluvia llevó al público a buscar refugio en los soportales y el quiosco de música de la plaza mientras esperaban la llegada del equipo y también durante los diez minutos que duró el acto en los salones del Ayuntamiento. Eso sí, cuando la Sego estaba en el balcón, el agua se volvió menos trascendente.
El alcalde accidental, Alfonso Reguera —la alcaldesa permanecía en ese momento atrapada, junto a varios alcaldes de otras ciudades patrimonio, en un aeropuerto mientras Iberia trataba de paliar las consecuencias de los problemas en sus sistemas informáticos— quiso ser rápido en su enhorabuena y dejó en manos de la concejala de Deportes, Mariam Rueda, la entrega de pines a los jugadores y las palabras de presentación en el balcón. “Abre el monedero, abre el monedero”, le respondía el coro de seguidores aludiendo al incremento de costes que supone la nueva categoría.
Algunos jugadores tomaron el micrófono para dirigirse a los presentes y hubo cánticos y hasta chistes en un rápido intercambio de felicitaciones que quedó liquidado antes de las 20.00 horas con la foto de familia en la Sala Blanca del Consistorio.
El lunes, a las 14.00 horas, el paseo les llevará a la Diputación provincial.
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