No era una tormenta especialmente bestia. “Por aquí también cayó algún rayo, pero vamos, en el pueblo dicen que fue uno solo”, cuenta Juan, párroco de la Unidad Parroquial de Cantalejo, que incluye la iglesia de San Nicolás de Bari, en Fuentepiñel. “En lugar de una veleta o una cruz, aquí en el año 40 pusieron un Sagrado Corazón de Jesús en lo alto de la torre, el rayo entró por ahí y la estatua salió disparada, estalló. Era de piedra caliza. Algunos fragmentos salieron disparados y han caído sobre la cubierta de la iglesia, y también de casas vecinas, y hay algunos daños. El resto está desparramado por varios metros alrededor del tempo y solo quedan pequeñas chinas”.
Fue a las tres de la tarde, al inicio de una tormenta que barrió la provincia de Segovia dejando rayos allí, piedra por allá y algún momentáneo aguacero de verano. En Fuentepiñel (105 habitantes), en la Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña, hay dos pararrayos, pero ninguno en San Nicolás de Bari, una preciosa iglesia del XVII, si bien construida sobre un templo anterior románico. Una torre de dos sillares rematada por una escultura del Sagrado Corazó, de más de dos metros de altura. “El rayo atravesó la torre y entró hasta el contador de la iglesia, ha afectado a toda la instalación, suponemos que a las campanas electrificadas, a la megafonía, a la calefacción”, cuenta el párroco. El lunes tocará hablarlo con el seguro.
El Sagrado Corazón de Jesús es uno de los cultos más populares en España. Fue fomentado en el siglo XVII por los Jesuitas pero es a finales del siglo XIX que tuvo un especial predicamento. Tras la Guerra Civil hubo una fiebre por coronar de Sagrados Corazonez torres y ermitas. La escultura de Fuentepiñel responde a esa época y fue obra del escultor sepulvedano, Juan López.
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