Ermitas en la vertiente norte del Guadarrama (6) Santa María de la Varga (I).
La ermita de Santa María de la Varga (1089 m), dicen, mira de frente a su pueblo: Siguero (1053 m).
Pedanía de Santo Tomé del Puerto. En los límites de la Sierra de Guadarrama con la Somosierra.
Desde la carretera, la ermita, camuflada entre la vegetación, aparece solitaria bajo la atenta mirada de la Cabeza Aldealapeña (1144 m) y el Monte Grande o Redondo (1087 m), cerros que la protegen por el norte y el este.
El nombre de la ermita viene por encontrarse en una varga; nombre dado a las cuestas en la zona. La denominación técnica sería para la parte más pendiente de una cuesta.
Cuestas que conforman un paisaje de terraplenes descarnados, debido a la composición del suelo y la acción del agua.
Estamos en la zona final de los abanicos aluviales que depositan los materiales arenosos de la Serrezuela; la menos activa. Materia compuesta por arcillas y yesos fáciles de arañar por el agua.
En las torrenteras la vegetación, encinas y enebros generalmente, luchan por mantener el equilibrio a base de sacar el músculo de sus raíces.
El topónimo Varga, como indica el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia, quizá provenga de voz prerromana: ‘campo inundado’. Incluso pudiera proceder del celta Barga, casilla con cubierta de paja o ramaje.
De lo que estamos seguros es de que ‘especie de congrio común en las costas baleáricas’, recogido por los señores académicos, no parece que concuerde mucho con estos dominios serranos.
Paseo 1.
Nuestro primer itinerario para alcanzar la ermita de la Varga comienza en el pueblo de Siguero –Ver mapa satélite-.
Desde la calle de las Eras, junto al campo de futbol, parte el camino conocido como de ‘la Enebra’.
Este camino, de arena, nos lleva hasta la carretera nacional 110 (cercanos al km 138). Carretera que hemos de cruzar, siempre, con la precaución debida.
Desde la carretera, a unos trescientos metros, tras una curva, divisamos la espadaña de la coqueta iglesia románica de San Martín de Tours, que siempre da la bienvenida o despide al visitante de Siguero.
Atravesada la carretera topamos con puerta metálica en un camino señalizado como ‘Rural’ (al no contar con paso canadiense, hemos de dejarla cerrada una vez salvada).
El recorrido está señalizado con postes de la Red de Sendas del Municipio de Santo Tomé del Puerto, en este caso la ‘Senda de los Lavaderos’.
La calzada pasa un par de arroyuelos: El arroyo Grande y el arroyo Cardosa o Salegon (también Salegó según plano o mapa consultado).
Los dos nutren el río Duratón (el antiguo río del Puerto), cuando tienen agua.
Al poco de caminar, pasado el cauce del Salegón, a la derecha, divisamos la solitaria silueta del edificio que buscamos.
Paseo 2.
Otra posibilidad es partir desde Sigueruelo, localidad que también pertenece al municipio de Santo Tomé del Puerto –Ver mapa satélite-.
Saliendo por la calle Real (kilometrada como N-110-a, calzada que atraviesa el pueblo de punta a punta), antes de llegar al cementerio, tomaremos desvío a nuestra derecha.
(2.1: Igualmente podemos continuar la antigua carretera, por el asfalto, hasta el cruce-abanico de la N-110 y salvarla por paso bajo para entroncar con el camino que estamos describiendo)
La vía salva por bajo la actual carretera. Nada más pasar giraremos a la derecha para continuar paralelos a la N110, hasta el cruce de entrada al pueblo (Ruta 2.1) –Ver indicaciones en mapa satélite-.
El camino que llevamos, paralelo al antiguo arroyo de la Cardosa (también Salegón o Valdelagua, según planos), nos lleva directos a la ermita.
Hemos seguido el antiguo camino de Sigueruelo al antiguo barrio de Aldealapeña y la ‘casa del labadero’, que pasa junto a la ermita.
La ruta transcurre por un enebral, salpicado de chaparros de encina, acompañados a nuestra derecha por la clásica vegetación de ribera que brota junto a una corriente de agua.
Hermosas y centenarias enebras, denominación ancestral de esta especie arbórea de la familia de las cupresáceas, Juniperus thurifera, en la provincia de Segovia –Ver Nota 2 en parte segunda de esta entrada–
Alcanzar la ermita, siempre a la vista, no ofrece ninguna dificultad desde cualquiera de las rutas indicadas. Kilómetro y medio desde Siguero y poco más de dos kilómetros desde Sigueruelo.
De su entorno inmediato y alrededores podemos destacar algunos hitos ancestrales: Una yesera, un significativo río, la ruina de un convento e importantes vías pecuarias –Ver Nota 1 en parte segunda de esta entrada-.
La ermita.
Un deteriorado cartel informativo, colocado en un atril frente a la ermita, ofrece algunos datos sobre la misma.
El texto indica que se encuentra situada en los ‘Cerros de la Virgen’.
La ermita, templo románico en sus orígenes, se reformó en el siglo XVIII.
Posteriormente, en los primeros años del siglo XX sufrió un incendio, quedando destruida y perdiendo la antigua talla de la virgen.
Fue reconstruida sobre la planta inicial de claro trazo románico.
Tiene una recoleta espadaña rematada con una cruz. Un arco de medio punto, abierto en su muro, aloja una campana.
La puerta de acceso al templo, formada por un simple arco de medio punto, se encuentra en el muro sur, mirando al caserío de Siguero.
El primer fin de semana de septiembre se celebra romería y procesión por las calles del pueblo.
Continúa (Ermita de la Varga y II).
Entradas de ermitas:
Ermita de Ntra. Sra. La Losa (El Espinar).
Ermita de San Antonio (Navas).
Ermita de Ntra. Sra. de Matute y las caleras (Vegas).
Ermita de Ntra. Sra. de Veladiez (Espirdo).
Ermita de Ntra. Sra. del Pedernal (Basardilla).
Ermitas en Orejana.
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