Recuperación del partido aplazado por la nevada de febrero, el encuentro en casa contra el CD Toledo era una ocasión de oro para recortar puntos con sabor doble ante un rival directo y ponerse a tiro de uno de la salvación. Visto lo visto, el enésimo empate en casa sirve para poco.
La lluvia y un campo encharcado fueron, a la postre, los protagonistas del partido. Ambos equipos se las veían y deseaban para aproximar el balón al área rival en tanto el miedo a perder hacia de las defensas muros inamovibles, atentos a despejar bien lejos al menor indicio peligro. Así, en la primera mitad, un acercamiento del Toledo sobre el minuto 18 fue todo lo que dio de sí el equipo rival. En el 33, la tuvo la Sego a tiro de Dani Calleja, pero el paradón del meta visitante desbarató la ocasión. En la segunda, los toledanos se emplearon con contundencia, hasta cinco tarjetas vieron. Entro eso y que no dejaba de llover… 0-0 y a casa con el recado.
Habrá que apretarse los machos el domingo otra vez en la Albuera ante el Real Madrid Castilla, palabras mayores pero un filial, que pese a todo, no se le están dando mal a los de Abraham García. Quedan 10 jornadas y la necesidad de puntos es ya más que acuciante
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