El voto de calidad de la alcaldesa, Clara Luquero, permitió este 30 de septiembre la aprobación de las tasas y precios públicos de Segovia para 2017 con el voto en contra de PP, C’s y UPyD y la abstención del edil de IU, Ángel Galindo, en la práctica decisivo, al igual que el año pasado, para permitir que el Gobierno local sacara adelante su propuesta.
Galindo se manifestó contrario solamente a la rebaja generalizada —salvo para las de categoría especial— de los precios que pagan los negocios de hostelería por la instalación de terrazas en las calles, aunque esa discrepancia no le pareció suficiente para decir no a toda la propuesta.
El debate, como estaba anunciado, giró en torno a las figuras impositivas del agua y las terrazas —y más tímidamente a los movimientos en el recibo del IBI— y en este sentido, el portavoz de UPyD Centrados en Segovia, Cosme Aranguren, incidió en la necesidad de llevar a cabo el cambio de los contadores ante la cifra, reconocida por el concejal, de 20.000 recibos incobrables porque no se puede leer el consumo.
Además se remontó al año pasado para pasar la factura del “tasazo” de 2015: “Cometieron un error que ahora tratan de corregir”, un criterio compartido por María José Orejana (C’s), que además sostuvo que los nuevos tramos perjudican a las familias numerosas, para las que pidió, sin éxito, bonificaciones, y por el popular, Javier Encinas, que tachó las tasas de 2015 para el agua de “chapuza”, se quejó de los efectos negativos sobre las familias numerosas y echó de menos las inversiones en mejoras de la calidad del agua.
“Lo que van a subir las terrazas lo han ganado con creces en los años anteriores”
La ordenanza de terrazas ya aprobada se ciñe básicamente a una reordenación del mapa de categorías por calles —hay establecimientos que suben varias de golpe con el cambio— junto a una rebaja generalizada de 18 puntos en todas las categorías, excepto en la especial. Mientras el portavoz de IU se mostraba contrario a cualquier bajada puesto que ese sector “es el que menos está sufriendo la crisis gracias al turismo”, el resto de los grupos reaccionó recordando que el sector genera buena parte del empleo en la ciudad y se manifestaba en contra de la decisión “discriminatoria” de mantener a las terrazas de categoría especial al margen de la bajada generalizada.
Reguera quiso zanjar este debate afirmando que “lo que suben las terrazas, lo han ganado con creces en los últimos años”.
Mociones
La segunda parte del pleno se cubrió con las mociones, en las que tanto UPyD como IU lograron sacar adelante sus dos propuestas, mientras que el PP no logró apoyo para la única que presentó, al igual que Ciudadanos, que se quedó solo en la defensa de sus dos iniciativas.
IU logró el apoyo unánime a su propuesta de “despejar” la fachada Norte de la iglesia de San Martín, en la calle José Canalejas, cambiando de acera los aparcamientos y a la que buscaba la reparación de los baches que se han generado en la calle Obispo Quesada y que acabará convirtiéndose en una reclamación —por segunda vez— a la Junta, titular de la vía, para que ejecute los trabajos.
Por propuesta de UPyD Centrados en Segovia, el Ayuntamiento estudiará la instalación en las calles de cargadores para dispositivos móviles alimentados por energía solar como nuevos elementos de mobiliario urbano y revisará la ordenanza de publicidad que, según recordó Aranguren, fue aprobada en 1993 basándose en la Ley de 1967.
El PP, por su parte, buscaba con su moción que el Ayuntamiento sea más “riguroso” en la concesión de las subvenciones a las entidades sin ánimo de lucro en materia de acción social revisando sus criterios para que se concedan a entidades con sede en Segovia, declaradas de Utilidad Pública y que se controle el uso que se da al dinero, entre otras. PSOE e IU rechazaron la iniciativa.
Nuevamente, el voto de calidad de la alcaldesa, con la abstención de IU, logró echar atrás la moción de Ciudadanos en la que la portavoz, María José García reclamaba el cumplimiento del Reglamento orgánico en cuanto al cumplimiento de mociones y las preguntas que se formulan en el pleno, después de varias situaciones de enfrentamiento entre los representantes de C’s y del equipo de Gobierno en las últimas sesiones y en las comisiones previas.
La segunda propuesta la defendía Miriam Sanz, que se descolgó planteando que se implique a las administraciones en el estudio del Acueducto, se inicien acciones de divulgación y se cree una escuela de oficios para ocuparse del mantenimiento del monumento.
Los portavoces de IU, UPyD y PP consideraron la moción “innecesaria y oportunista” ya que los trabajos que se piden ya están en marcha hace tiempo, mientras que la concejala de Patrimonio, Claudia de Santos, ironizó sobre la “falta de información” de la ponente y puso sobre la mesa una gran maleta repleta de publicaciones sobre el Acueducto, además de detallar las acciones que se realizan con otras instituciones para el mantenimiento y difusión del monumento. PSOE y PP votaron en contra y UPyD e IU se abstuvieron.
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