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(última actualización, 21 de abril, 10:30) Sobre las 14 horas del 20 de abril se declaraba un incendio en un pinar de propiedad privada entre Nieva y Nava de la Asunción (Segovia). Dada la sequía del campo, el fuerte viento y la abundante maleza del pinar, escasamente cuidado, las llamas se propagaron rápidamente; sobre las 20:00 horas la superficie calcinada ascendía a 50 hectáreas. El fuego pasó de activo a controlado, a primeras horas de la mañana del 21 de abril. Para entonces, con 300 hectáreas afectadas, ya era el mayor incendio en muchos años en Segovia. La previsión es que los trabajos de control se suceden a lo largo del día de hoy, sin que pueda darse por extinguido el fuego hasta el 22 de abril.

Fuentes de la Junta consideran que, a pesar de todo, los efectos del fuego han sido desiguales. Las rachas de viento cambiante dificultaban las tareas de extinción, pero también favorecían que el fuego no llegase a las copas, por lo que en muchos tramos la maleza afectada se centraba en la superficie, entre las zarzas y pasto, muy seco dada la fuerte sequía de esta primavera.

El incendio llega en un momento en que aún no están en marcha los dispositivos de extinción veraniegos y en el corazón de la segovia resinera, por lo que la Junta se ha visto obligada a recurrir a diferentes brigadas de otras demarcaciones, hasta cinco con 40 hombres sobre el terreno, además de vehículos de bomberos de los parques de Segovia y Cuéllar. Sobre la medianoche se incorporó un refuerzo de 18 militares de la Unidad de la Unidad Militar de Emergencias (UME), movilizados para la ocasión. A eso hay que sumar el trabajo de tres hidroaviones y otros tres helicópteros, que estuvieron incesamente batiendo el frente del incendio hasta que la falta de visibilidad obligó a paralizar las operaciones aéreas. Ya durante la mañana del 21 de abril, dos helicópteros y dos hidroaviones han vuelto a la carga con el objetivo de evitar que las brasas reaviven las llamas. Sobre el terreno siguen operando 3  cuadrillas terrestres y 3 helitransportadas.

En tierra, y con la colaboración de agricultores de la zona, los trabajos se centraron en habilitar cortafuegos para perimetrar las llamas y evitar su extensión a los montes públicos próximos a Nava de la Asunción.

No se conocen las causas aún las causas del siniestro, si bien todo apunta a un origen accidental al descontrolarse una quema autorizada, agravada por el mal estado del pinar donde se ha originado el siniestro y las condiciones climáticas adversas. La Junta ha emitido una nota suspendiendo los permisos de quema ante el riesgo máximo de nuevos incendios.

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