El milagro de la Gimnástica Segoviana

Posted By Redacción on 12, May, 2018

Imagen de la celebración del ascenso, hace casi un año.

El domingo, a eso de las ocho de la tarde, los jugadores, el cuerpo técnico y los aficionados de la Gimnástica Segoviana (más e 200 acompañarán al equipo) pueden estar sumidos en un mar de lágrimas, una opción en absoluto deseable, o poniendo con sus cánticos la cabeza como un bombo al conductor del autobús que les devuelva desde Madrid directamente a la Albuera donde celebrar la permanencia directa en Segunda B o al menos la esperanza de lograrlo por haber conseguido la plaza 16, la del play out. El milagro, vamos.

Ese día muchos más segovianos que habitualmente serán forofos seguidores de la Gimnástica que si quiere soñar, tiene que ganar, sí o si al Adarve en el campo “Vicente del Bosque”. Sin victoria, se acabó. Pese a que en la ida los madrileños nos ganaron en la Albuera (1-2, otro de esos tantos partidos que se nos escapó en el último minuto a lo largo de la liga), lo cierto es que los de Abraham García están motivados; cuentan con el respaldo de los muchos aficionados que harán el corto desplazamiento, en coche o en los autobuses fletados, uno de ellos pagado por los jugadores a modo de agradecimiento a los que este año les han animado, un bonito detalle; y se enfrentan a un equipo que no tiene nada que jugarse a estas alturas. Se puede (y es obligado) ganar.

Pero ese día también seremos “de toda la vida” del Majadahonda, del Deportivo Fabril, del Sanse y del Atlético B. Son los que tienen que hacer la segunda (tercera, cuarta y quinta) parte del milagro venciendo o empatando con los cuatro equipos que se interponen entre la Gimnástica y el sueño de la permanencia.

Para el play out, tres empates.

Por partes. el Ferrol (17º, 39 puntos, los mismos que la Sego), cuya esperanza de permanencia pasa prácticamente por las mismas carambolas que la de la Gimnástica recibe en casa al líder, el Rayo Majadahonda que quiere acabar la temporada en esa posición para asegurarse que se jugará el ascenso a una sola eliminatoria, privilegio reservado sólo para los ganadores de cada grupo de la categoría. En este partido nos vale con un empate.

Esa plaza de campeón la quiere también el Deportivo Fabril, ahora segundo y a sólo un punto del líder que se enfrenta precisamente a otro rival directo de la Sego, el Toledo, que es el que ahora mismo ocupa el puesto 16 (el del play out) con 40 puntos. A ver, los bolos se lo juegan todo —¡y quien no!— y están en casa pero los gallegos están embarcados en una disputa de recursos con la federación por su derecho a jugar la promoción en lo que su hermano mayor, el Deportivo de la Coruña, ya descendido técnicamente, no lo esté oficialmente, algo que no tendrá lugar hasta el 30 de junio. Ese lío de despachos es un aliciente añadido de motivación para el Fabril que favorece los intereses de la Gimnástica. Bienvenido sea. Aunque sea por un empate, que es lo mínimo que necesitamos.

Otro partido en el que el empate sería suficiente: el Sanse-Coruxo (17º, 40 puntos). Los de San Sebastián de los Reyes, aunque lo tienen muy difícil siendo novenos, lo cierto es que aún tienen unas remotísimas esperanzas de entrar en el grupo de equipos del grupo con derecho a jugar la Copa del Rey el año próximo —tienen derecho los cinco primeros clasificados, excluyendo a los filiales— y, por supuesto, los segovianos apoyan esa aspiración tan legítima si eso significa lograr que el Coruxo no gane.

La permanencia, sólo con la ayuda del Atlético B.

Con estas carambolas, la Gimnástica estaría colocada en la plaza 16 y por ello, con derecho a jugar después la eliminatoria por la permanencia. El colmo, el rizo del rizo, sería lograr la permanencia directa. Ahí entra el Atlético de Madrid B, que viaja a Pontevedra (15º, 42 puntos). Teniendo en cuenta que la Segoviana tiene el golaverage favorable frente a los gallegos, si el Atlético ganara ese encuentro (y se hubieran cumplido los preceptos explicados para el resto de partidos), la fiesta del domingo por la noche sería porque se ha conservado directamente la categoría. Claro, que los gallegos se lo juegan todo y los madrileños, nada…