Buen tiempo, millares de libros —eso casi son millones de historias— y numeroso público —quizá que la fiesta cayera en domingo ha impedido el tradicional éxodo a capitales vecinas que parece quedarse para este lunes— en la elipse de la plaza Mayor, epicentro de la celebración del Día del Libro en Segovia y lugar en el que se ha generado un espíritu de exaltación a la lectura que los libreros segovianos cuantificarán en los próximos días en cifras de ventas. De momento, a pie de kiosko, los comerciantes celebraban la presencia del numeroso público y el continuo sonido (y olor) de las páginas al ser hojeadas por los curiosos que trataban de elegir el volumen que al final echaban a la bolsa.
Y además, parece que hay recambio para esos adultos que curioseaban entre las pilas de ejemplares. Numerosos niños han pasado la mañana participando con sus juegos en el taller de animación a la lectura montada alrededor del kiosko de música con el espíritu contundente de Gloria Fuertes —cien años de su nacimiento— impregnando totalmente la actividad y cobrando protagonismo en los paneles “interactivos” colocados en la zona.
Al mismo tiempo, decenas de ciudadanos se han sumado también a la convocatoria de la cadena de intercambio de libros, una cita ya clásica y establecida en esta fecha, mientras que otros tantos aprovechaban la jornada lúdica para visitar la casa museo de Antonio Machado, el producto cultural y turístico más en alza en este momento en la cartera de la concejalía y algunos curiosos presenciaban la procesión de ofrendas florales a autores como Cervantes, Zambrano y Antonio Machado que realizó la comitiva de representantes municipales encabezados por la alcaldesa, Clara Luquero.
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