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El fútbol, la cultura, y lo que poco que le dura

No lo soporto. Mi nación es el fútbol. Por encima de segoviano, español, cristiano, padre o periodista soy hooligan total y fatal de la selección española de fútbol. Lo mío es tan impresentable que cuando veo un partido de fútbol de la roja, de los de verdad, de los de fase final, lo tengo que hacer en la más absoluta reserva de mi más íntimo círculo de confianza. Blasfemo, pataleó, silbo el himno del rival acompañado de las más groseras rimas y expresiones. Incluso chillo al árbitro con la jeta a medio palmo de la pantalla. Soy lo peor.  Una vez (Eurocopa de 2008) hasta le hice un calvo a Di Natale cuando mandamos para casa a los italianos en la tanda de penales. Solo me relajo si en el minuto 80 ganamos por 3-0 y expulsan al crack del equipo contrario. Realmente, me avergüenzo de mí mismo. Conste que tal actitud no me pasa en ningún otro orden de la vida (¡eso pienso!). Simplemente, me voy de la olla.

De manera que si yo fuera un rey absoluto de esos del XVII, pongamos Luis Besa I (“el forofo”), a estas alturas, Florentino Pérez, Julen Lopetegui y el Rubiales volverían de Rusia encadenados al remo de la más mohosa y putrefacta galera de la marina real (y eso por conmiseración con sus inocentes mujeres). ¿Pero cómo se les ocurre dejar sin entrenador al equipo  a horas del inicio de un mundial? ¿Pero esta tropa…? No tengo palabras.

Sé lo que ha pasado. Es la insidiosa afición nacional a la chapuza. Procrastina uno, deja lo duro para el final, de modo que cuando ya no queda otra se reacciona por instinto, a tontas y a locas, currando en 5 horas lo que hubiera precisado un mes. Llámale exámenes finales, ese encargo vital que se nos atraganta, o el PGOU de la ciudad de Segovia…  Tanto procrastinamos que nos acostumbramos que la cosa hasta salga malamente y hasta a veces con un aquel (y ahí estamos, entre los veinte primeros del mundo o así, ¡Virgen Santísima, cómo serán el resto!). Porque esto de procrastinar y rematar con chapuza es una fiebre nacional. Es como tomar chatos o criticar alcaldes.

Firman Lopetegui y Florentino, lo cual es bastante sensato, pero en secretas, no vayamos a desestabilizar la selección. No vayamos a desestabilizarla pero, así pasan unos días, ¿sabes que he pensado?, mejor lo soltamos la víspera del Portugal-España, para relajar, ¿eh?…

Uno se pregunta cuántos periodistas habrá en nómina de uno y otro, varias decenas como poco… ¿Y ninguno les da diez collejas por insensatos? O a lo peor ni siquiera les consultaron; para qué, con los listos que son… Enfín. Y Dirías, no-se-puede-hacer-peor. Pues se puede. Y allí va el novato presidente de la Federación de Fútbol Luis Rubiales, y después de darle algunas vueltas y apelando “a que estos no son los valores de la roja” va y se calza al míster…. ¿En serio? Qué valores ni qué chorradas… (y pueden rellenar los suspensivos con toda clase de burradas).

Y todavía hay que soportar a listillos diciendo que no, que esto está preparado, está hecho a posta, y a continuación largan una alucinada historia de abaratar /encarecer el mercado de fichajes, o que ha sido el Putin en prevención de un España-Rusia en octavos… ¡Ya ven! Decir memeces es, después de chapucear, el segundo vicio nacional.

Lo puedo probar. Màxim Huerta. Récord Mundial en fugacidad ministerial. Ni me meto en si-sí o si-no. Está claro que si nos cepillamos  a la presidenta de Madrid por robar botes de crema, un tipo con un pufo de cinco ceros con el fisco no debiera ser ministro. Cosas de poner un cierto listón moral en la cosa política.  La cuestión está en la chapuza. ¿Pues que le costaba al Sánchez  pasar la lista de ministrables a alguno de los centenares de tipos que ¿trabajan? en La Moncloa con un pos-it que ponga “Mirad penales y pufos al fisco”? Es lo mínimo, ¿eh? Luego ya, sabiendo lo que hay, pues te la juegas o no.

Pero no. Uno se informa después, no antes. No vayamos a traicionar las esencias patrias. Y cuando te quedas pensando que de esta manera se gestiona una tartera de millones, te dices, madre mía, sigo vivo de chiripa. Me sorprende que en unas maniobras no se bombardee Palazuelos, que el médico no me mande operar por tercera vez de apendicitis o le dé yo a un timbre y me caiga una teja en el colodrillo.

Es así. Concluyo reiterando que soy lo peor… pero solo hasta que termina el partido. Luego ya podemos haber hecho el ridículo más espantoso, perder por cinco contra Zambia, fallar seis penales y en el último lesionar al recoge-bolas del córner. Lo que sea. Me transfiguro, vuelvo a ser yo. El analítico y ponderado opinador, máster en bares. Recojo la bufanda, las latas de birra, apago la  vela del santo de los penales y pliego la bandera del toro. Hala, hasta dentro de dos años. Como mucho tardo 40 minutos en ser “normal” (menos con lo de Corea, aquello duró tres horas buenas echando dioses en ráfaga).

Otras historias me quitan el sueño, el fútbol no. Por algo es la cosa más importante de entre las menos importantes, que dijo Menoti.

Ah… Pero el viernes ¡con la roja a morir!

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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5 Comments

  1. supongo que este artículo es una broma, solo he podido leer el primer párrafo, pero si no es una broma es para hacértelo mirar y da mucha pena ¿estoy equivocado?. ¿No he leído bien?.

    Merece la pena tanta indignación por estos mercenarios .

    De verdad mi nación es el fútbol?

    Pues a mí me parece muy acertado la decisión de Rubiales ese , que no ´se quien es. Hay cosas que no están por encima del futbol. Bueno casi nada.

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    • Ja, ja, ja. ¿Y cual es tu “nación”, Rufi?….. ¿los porritos?

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  2. Estimado Rufian, claramente Luis Besa I está exagerando. No se puede enviar una galera a Krasnodar a por los reos porque no tiene puerto. San Petersburgo está en la otra punta de la Madre Rusia. Así las cosas, lo mejor sería recurrir a los reputados servicios de las mafias locales, de contrastada solvencia. … ¡Qué parezca un accidente!

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  3. Ya está!!!!. lo descubrí,¡¡¡¡¡Eureka!!!! Albricias. Ya he encontrado algo que está por debajo del dios furbó, : Las pompas, circunstancias, comentarios de un tal….mochito, Cali,.. , cuando queremos abrevar, perdón quería decir abreviar..

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  4. “Procastina uno, deja lo duro para el final, de modo que cuando ya no queda otra se reacciona por instinto, a tontas y a locas, currando en 5 horas lo que hubiera precisado un mesSé lo que ha pasado. ”

    ¿Que es eso de “procastina”?

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